junio 29, 2015

Al combate por grandes conquistas para la clase obrera y el pueblo

Las luchas masivas de los explotados están de regreso. Una serie de pujantes sindicatos de empresa, algunas provincias y regiones, proletariado agrario y minero, sectores juveniles radicalizados, han salido al enfrentamiento contra sus patronales y el Estado, marcando un nuevo momento de reactivación.

Entretanto Humala y su partido han seguido masacrando activistas populares, como lo hicieron todos sus antecesores. La escandalosa defensa que el gobierno hace de sus amos ha llegado al clímax en Islay, donde reina la Southern Copper del segundo multimillonario de México. Todo el país está concesionado y en permanente ganga. Y así continúa regalándolo a los más altos intereses capitalistas, postrándolo por ejemplo ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y ante el imperialismo chino. En la OCDE las burguesías imperialistas de Estados Unidos, Unión Europea, Canadá, Japón, Australia, se asocian a las clases dominantes de los países débiles de Europa y de algunos países pobres, para saquear a los pueblos. Es ahí donde el humalismo busca introducir al Perú, en complicidad con el resto de partidos del Congreso. El Congreso, de otro lado, ha decidido ahora que el propio gobierno legisle a favor de las transnacionales, la banca y la burguesía agroexportadora, en medio de su tremendo desprestigio que anteriormente sufrieron Toledo y García.

La Red y el clasismo

En el proceso de re-impulso de las luchas, viene siendo significativo el papel de la Red Solidaria de Trabajadores – Perú, que coordina y moviliza sindicatos con una práctica clasista y anti-burocrática. Los sindicatos miembros se comprometen con una misma posición firme y con demostraciones de apoyo mutuo contra los abusos de cada patronal y contra las leyes anti-obreras. Sin embargo es necesario pasar de las reivindicaciones defensivas ante los ataques de los empresarios y de los partidos burgueses, a la lucha por conquistas esenciales para la clase. La derogatoria de cierta legislación extremadamente adversa es urgente, pero solo eso no nos permite agruparnos en torno a demandas centrales con un carácter anti-capitalista; es fundamental un conjunto de puntos claves, de significación histórica, recogidos en una Plataforma clasista.

También es crucial progresar en los métodos de lucha. Superar únicamente la presencia solidaria en los plantones de cada sindicato y las movilizaciones conjuntas, para pasar a las acciones radicales unificadas de todos los sindicatos miembros, acciones donde los trabajadores toman el control de vías e instalaciones para forzar a la patronal y al Estado a hacer importantes concesiones inmediatas. La huelga indefinida es el método natural del sindicalismo clasista, su adopción es siempre un ejemplo para las masas, pero debe ir acompañada de otras medidas eficaces que permitan vencer a corto plazo, antes de que la huelga empiece a desgastar a los trabajadores.

Otro ámbito vital es el funcionamiento orgánico. Un organismo de masas es sólido y poderoso cuando sus bases entran en contacto permanente y se convocan asambleas conjuntas, a manera de garantizar la mayor participación posible y la más genuina democracia sindical. Por otro lado, en toda circunstancia hay que abrir y mantener los canales para recibir la solidaridad de bases obreras exteriores a la Red y de organizaciones populares en general, como en el esfuerzo del “Frente unitario de lucha” que debería extenderse y consolidarse. Toda la historia de nuestro movimiento de masas demuestra que las asambleas obreras deben tener su prolongación en asambleas populares zonales. Y en relación al origen capitalino de la Red, la situación nacional de relanzamiento masivo hace imprescindible la extensión de sus lazos y de su organicidad a un nivel superior, a un nivel nacional.

Las luchas emergentes y la CGTP

La nueva situación se ha generado sin la participación de la dirección de la CGTP, cuya cúpula burocrática, lejos de abrir cauce a la combatividad proletaria, la abandonó a su suerte, desertando de su responsabilidad. Baste recordar que durante todo el año pasado la burocracia combinaba el inmovilismo favorable al gobierno con la sola e inservible petición de la renuncia del Ministro de Economía. Como si el problema de las masas trabajadoras no fuera el sistema capitalista y el Estado de la burguesía, sino un funcionario subordinado. Luego, como es costumbre, han convocado un Paro Nacional de 24 horas, conscientes de que en un solo día no se puede obtener ninguna conquista de significación, pero eso sí, pretendiendo aparecer como una dirección consecuente, cuando se trata de la más acabada trayectoria servil a la clase opresora y sus gobiernos.

En el colmo de su tradicional práctica saboteadora, la burocracia no solo se ausenta de las luchas, también las difama y agrede, como lo hace con la Red. La mayoría de los sindicatos que conforman la Red son miembros de la CGTP y el resto deberían serlo, si hubiera suficientes condiciones para ello en una Confederación capturada por una camarilla (PC y Patria Roja). Aun así, esta burocracia calumnia a las bases acusándolas de pretender crear otra Central, cuando es la propia cúpula la que aleja a los trabajadores del ingreso a la CGTP. La burocracia en realidad acusa a la Red de ser abnegada, combativa, consecuente.

El movimiento de los oprimidos necesita un método que esté a la altura del enfrentamiento histórico con la clase burguesa. Ese método nunca serán las paralizaciones breves y ocasionales. Los pueblos y su experiencia enseñan que ese método es la huelga indefinida. Es solo con una Huelga General Indefinida que podemos arrinconar al gobierno, que le podemos asestar severos golpes, que podemos quitarlo de en medio y avanzar en la lucha por un Estado de los Trabajadores. La CGTP tiene el deber de organizarla, pero su dirección es enemiga del combate clasista de masas. Tiene también el deber de llamar a conformar un verdadero Comando Unitario del movimiento obrero y popular, gestado en asambleas, y de convocar a crear un organismo de poder como una Asamblea Popular Nacional. Pero las organizaciones de nuestra clase deberán asumir las tareas hacia aquello que su dirección oficial les impide y niega. A ellas nos dirigimos siempre con este vocero comunista. Lucha Marxista cumple 15 años en las calles junto a su pueblo trabajador.

¡Por una Huelga General Indefinida!
¡Fuera el Gobierno y el Congreso!
¡Por un Gobierno Obrero, Campesino y Popular!


28 de junio de 2015

Revolución Permanente



La Izquierda y su Sistema

La Izquierda ha defendido tradicionalmente el Sistema Capitalista y el Estado Burgués en el Perú. Esto ha sido así a lo largo de la trayectoria del viejo Partido Comunista Peruano y del resto de las expresiones reformistas aparecidas desde los años ’60, como de los movimientos burgueses y pequeño-burgueses autonombrados “socialistas” en la misma época, y de la posterior existencia de Izquierda Unida integrada por la mayoría de esos partidos entre 1980 y 1995. La teoría de la “revolución por etapas” y la política de los “frentes populares”, concepciones estalinistas pro-burguesas, estuvieron en el origen histórico del oportunismo de los partidos obreros mal llamados “comunistas”.  

Consecuente con esa historia, la Izquierda recientemente reunió en el Frente Amplio a grupos burgueses como Fuerza Social y Ciudadanos por el Cambio, a organizaciones pequeño-burguesas como Tierra y Libertad y el Partido Socialista, así como al PC y Patria Roja de origen obrero. Unidad que sufriera una baja antes de las elecciones municipales/regionales de octubre pasado, en que el FA pacta una alianza con partidos de la clase dominante como Perú Posible, Partido Nacionalista y Somos Lima, apartándose Tierra y Libertad de la lista, sin argumentos políticos pero cuestionando moralmente al toledismo por el caso Ecoteva. Transcurridos los meses, sin embargo, con el movimiento de Arana manteniendo el rótulo original, la Izquierda se halla convertida en una moneda de dos caras: Únete por Otra Democracia y Frente Amplio. 

En la primera facción los grupos burgueses abiertamente neoliberales como FS y CxC están ahora bien acompañados por el Partido Humanista (Yehude Simon), otro como ellos. Se ha anunciado además la incorporación de nuevos membretes neoliberales, para proseguir con el proyecto de la gestión de Susana Villarán en Lima, gobierno municipal reaccionario favorable a las multinacionales brasileñas y apoyado por toda la Izquierda. Esta coalición carecería de bases si los aparatos ultra-oportunistas del PC y Patria Roja, hoy pro-neoliberales, no la surtieran de activistas trabajadores, traicionando a la clase obrera. Y como en el caso Toledo-Ecoteva, el único argumento contrario de Tierra y Libertad y el FA es moral e individual: no aceptan la alianza con Simon, uno de los carniceros del Baguazo.

“Estado Democrático”, “Nueva Constitución” y “Justicia Social” son los slogans de ese conciliábulo caviar-estalinista que podríamos llamar Otra Seudo-Democracia. Pues cualquier coincidencia con las campañas de Alan y Humala resulta pura realidad cuando cautelan la “democracia”, que es como la burguesía denomina a su propia dictadura, y al hacerlo pretenden maquillar la Constitución fujimorista con modificaciones inocuas, resumiendo su programa en la barata demagogia de una falaz justicia.

En la segunda facción, Tierra y Libertad se acompaña con sus mellizos del MPGT de Jorge Rimarachín y Sembrar de Verónika Mendoza, junto a algunos círculos reformistas que los cortejan, mayormente de filiación estalinista. El Frente Amplio es un andamiaje electorero de grupos pequeño-burgueses que defienden, como señala su programa, un neoliberalismo “no salvaje”, menos brutal, un capitalismo “no deshumanizante”, un neoliberalismo light, de “Estado Democrático Participativo”, “Nueva Constitución” y “Justicia Social”: ¡Vaya coincidencia! “Cambio social en democracia” le llama el FA, para no dejar dudas acerca de su naturaleza ajena a los anhelos anti-capitalistas de los explotados. En buen romance, la dictadura de la clase opresora defendida resueltamente por un hipotético gobierno “nacional popular”. De hecho, Tierra y Libertad y sus congéneres se han prestado sin problemas a la alianza con los cenáculos de Villarán y del magnate Lerner y nunca han rechazado la posible confluencia con otros semejantes. 

Toda la Izquierda es pro-capitalista y actualmente pro-neoliberal. Es la Izquierda del Sistema. Es ajena y contraria a los intereses históricos de los trabajadores. Que las bases proletarias y juveniles del PC y Patria Roja - falsos y reaccionarios partidos comunistas - rompan con sus cúpulas. Que los honestos activistas del Frente Amplio rompan con la dirección anti-socialista de Arana-Francke-Glave-Rimarachín-Mendoza y se orienten hacia el Marxismo. En la organización de un partido revolucionario de los trabajadores está la clave de la lucha por la liberación de los oprimidos.

28.06.15

Revolución Permanente