abril 07, 2015

El movimiento obrero en la lucha anti-burguesa y anti-burocrática

Firmemente anti-popular y muy desprestigiado, el gobierno del Partido Nacionalista le sigue los pasos a sus predecesores de Perú Posible y el Apra, languideciendo sostenido por toda la clase dominante pero también por las dirigencias de la CGTP y la CUT, que desertaron hace tiempo de su responsabilidad con el movimiento obrero y popular.

Mientras tanto, los sectores más combativos son un ejemplo en la actual situación adversa de desmovilización. Tanto sindicatos de empresa como algunas provincias enfrentadas a las transnacionales y al gobierno central, se han lanzado a la lucha mediante el método clasista de la huelga indefinida. El proletariado más activo se está movilizando con la Red Solidaria de Trabajadores y en días pasados la provincia de Islay retomó su enfrentamiento contra la Southern imperialista china, tal como en su momento salieron al combate los pueblos de Andahuaylas, Pichanaki o antes La Convención. El 18 de mayo se iniciará la huelga indefinida de la Federación Minera.

La agresividad de la burguesía en el plano laboral y la agresividad política de su Gobierno y su Congreso son descarnadas. Pero ante ello las bases trabajadoras solo debemos confiar en nuestra propia capacidad de movilización, sin esperar nada de las altas instancias de las Centrales sindicales, debido a la crisis de principios clasistas, de voluntad de lucha y de capacidad organizativa que padecen esas dirigencias. Lejos de buscar la reconquista de derechos conculcados, el logro de otros nuevos y el fortalecimiento de las filas proletarias para alcanzar conquistas históricas, la burocracia de la CGTP solo busca sobrevivir para continuar dominando a los trabajadores, funcionando como agentes de la burguesía al interior del movimiento sindical.


Clasismo y democracia sindical

La VIII Asamblea Nacional de Delegados de la CGTP (28 de febrero), se ha constituido en una nueva prueba de la agudización de esta realidad. Frente a la crónica situación de las masas trabajadoras, la cúpula de la Central únicamente atina a convocar al enésimo Paro Nacional de 1 día, buscando descomprimir las exigencias de las bases y disfrazarse de consecuente, puesto que ningún resultado importante y tangible se producirá. Así la burocracia no corre los riesgos del proceso de organización y convocatoria a una Huelga General Indefinida por fundamentales demandas programáticas, proceso en que esas bases podrían deshacerse de aquella y gobernarse a sí mismas. Para marchar hacia la Huelga General habría que convocar huelgas regionales y macroregionales anheladas por las masas, con excelentes posibilidades de victoria, y eso significa asediar al Estado capitalista para plantear su reemplazo por un Estado de los Trabajadores, algo que choca con la defensa consciente que la burocracia sindical hace del actual Estado Burgués.

Al enterrar toda vía semejante, ya ni se reanima el Comité Nacional Unitario de Lucha que había convocado el Paro del 2013, con participación de otras organizaciones populares. Por ello la tarea de luchar por la perspectiva de una Huelga General Indefinida corresponde ahora básicamente a los destacamentos proletarios de vanguardia, hoy expresados en la Red Solidaria. La dirección de la CGTP tiene por su parte el deber de convocar asambleas de bases a nivel nacional, que se conviertan en ejes de las asambleas populares que el pueblo trabajador necesita en cada localidad del país para crear su poder.

Pero la AND de febrero ha tenido también un rasgo más funesto. La burocracia le ha dado una nueva vuelta de tuerca al régimen antidemocrático interno de la Central. Bajo pretexto de responder a los emplazamientos del abogado laboralista Rendón Vásquez, la Asamblea, manipulada totalitariamente, ha aprobado una moción calificando de “enemigo” a todo sector que se exprese críticamente, amenazándolo con la violencia.

Rendón Vásquez ha explicado con toda claridad que la dirigencia de la CGTP ha coincidido integralmente, durante años, con el proyecto de Ley General del Trabajo hoy promovido por el Congresista Dammert, de la bancada Acción Popular-Frente Amplio. Ese proyecto ataca los intereses de los trabajadores al consagrar la actual situación laboral y es, claro está, un texto neoliberal. Frente a esto el único argumento de la burocracia ha sido la negación deshonesta y la difamación, por lo que Jorge Rendón tiene nuestra solidaridad.

De igual manera nos solidarizamos con el único grupo crítico mencionado explícitamente en la bochornosa moción: el Partido Socialista de los Trabajadores. Consideramos al PST morenista una organización conciliadora, centrista, lo que, como es lógico, forma parte del debate al interior del movimiento de los trabajadores. Porque la caracterización de una línea jamás puede ser pretexto para cualquier tipo de agresión gratuita, mucho menos proviniendo de una camarilla dominante como son los mandos políticos del PC y Patria Roja en la CGTP, falsos partidos comunistas que hace casi cincuenta años mantienen secuestrada la dirección de la Central. Quienes somos los adversarios principistas de la burocracia desde el terreno del marxismo, denunciamos esa conducta reaccionaria y le endosamos toda actual y futura responsabilidad.


Clasismo y oportunismo electorero

Los trabajadores necesitamos de lucha clasista de masas y de independencia política proletaria. Sin ellas no habrá recuperación de derechos y libertades, no habrá victorias frente las transnacionales imperialistas y el gran capital, no habrá un futuro Estado sin explotadores ni explotados. Sin organización popular, creación de nuestros propios órganos de poder y construcción de un gran partido obrero revolucionario, no podremos conquistar esta plataforma:

1. Fin de la política privatizadora: Ningún concesionamiento más.
2. Salud y educación públicas, gratuitas y de calidad, bajo control de las organizaciones populares.
3. Salario mínimo de S/. 2000.
4. Único Régimen Laboral con plenos derechos sindicales y completa estabilidad laboral. Nombramiento de todos los contratados. Respeto irrestricto a la jornada de 8 horas.
5. Desaparición de los services.
6. Plan general de obras públicas para un pleno empleo de calidad.
7. Gas, combustibles y servicios públicos a precios populares.
8. Acceso universal a la vivienda.
9. Tierra y financiamiento para el campesinado.
10. Nacionalización sin pago de las transnacionales y la gran empresa, bajo control de sus trabajadores.
11. Control directo de todas las empresas estatales por sus trabajadores.
12. Estatización de todo el comercio exterior del país.
13. Anulación de los Tratados de Libre Comercio.
14. Desconocimiento de la Deuda Externa.
15. Ruptura con los gobiernos imperialistas, con el FMI, el Banco Mundial, el BID, la OMC, la APEC.

No obstante, la burocracia que ha obedecido y adulado a la burguesía durante decenios, que apoyó a Fujimori en 1990, a Pérez de Cuellar en 1995, a Toledo el 2000 y 2001, y a Humala y Villarán el 2006, 2010, 2011 y 2013, se opone activamente y más bien se prepara desde ya para llevar a la CGTP y a los trabajadores a una nueva traición. Bajo la escandalosa falacia de estar contra el “continuismo neoliberal”, el reformismo estalinista del PC y Patria Roja se ha convertido ahora en pro-neoliberal descarado, primero el año pasado en su alianza municipal con el toledismo Ecoteva y el gobierno, y hoy tras Yehude Simon el alanista, amanuense del plutócrata PPK y paladín de la masacre del pueblo indígena de Bagua. Esta es, compañeros, la Izquierda Reaccionaria que los trabajadores debemos enviar a un auténtico vertedero de residuos de la historia política de clase, luchando por una plataforma anti-capitalista y un poder obrero y popular.

¡Desburocratización de la CGTP y la CUT para unificarlas en una sola Central clasista de masas!

¡Asambleas obreras de bases y asambleas populares para una Asamblea Popular Nacional!

¡Por la organización de una Huelga General Indefinida!


6 de abril de 2015

Revolución Permanente