marzo 06, 2013

Frente a la revocatoria municipal en Lima: una firme posición clasista


Transcurre el gobierno de Humala en medio del beneplácito de la clase capitalista por su política pro-imperialista y neoliberal. No pudiendo ser de otra manera dada la naturaleza burguesa del Partido Nacionalista, que gobierna apoyado en bloque por todas las fuerzas antipopulares del Parlamento. Ese Partido Nacionalista que la dirección burocrática de la CGTP y del movimiento de masas llamó a apoyar el 2011 como si representara a los sectores populares; la misma dirigencia que meses antes se había comprometido con Fuerza Social para la Alcaldía de Lima, con los mismos falaces argumentos.

Ya en aquella ocasión advertimos que Fuerza Social no era un movimiento perteneciente al campo de los explotados sino de la burguesía, y que Susana Villarán venía de ejercer muy altos cargos en anteriores gobiernos reaccionarios. Estos dos años han probado nuestra caracterización: el suyo es un gobierno municipal favorable a las corporaciones y las multinacionales pero no a las mayorías, una política elitista y prepotente similar a la ejecutada en su momento por Somos Perú y Alberto Andrade. Esa es la razón de fondo por la que inmensas capas empobrecidas no sienten ninguna simpatía por la actual administración de la capital.

Por supuesto, a nadie se le escapa que el proyecto revocador es una avanzada de las fracciones políticas más extremas y corruptas de la clase dominante. El castañedismo, el fujimorismo y el aprismo están en campaña. Pero el toledismo, el pepecismo, el acciopopulismo y el andradismo no son sino otras conocidas versiones de los poderosos, acompañados por el ollantismo y monitoreados por… la Confiep. Los trabajadores de Lima y del país no tenemos nada que ganar para nuestra conciencia, organización y fuerza, sosteniendo a cualquiera de estas cofradías de la clase enemiga, hoy dedicadas al salvataje de su similar Fuerza Social.

Sin embargo, los tradicionales partidos de origen proletario, como el PC y Patria Roja, están dedicados a servirlos. Participan en sus listas, les proporcionan activistas, apoyan sus programas y objetivos, los justifican, se hacen sus cómplices y sus cúpulas viven de los réditos económicos que ello proporciona. Toda su existencia está marcada por esta sumisión. Así crean agrupaciones como Fuerza Ciudadana, donde obedecen a Ciudadanos por el Cambio (del capitalista Lerner Guitis) y a Fuerza Social, así buscan armar un “Frente Amplio” de contubernio con aparatos pequeño-burgueses como Tierra y Libertad.

Los más combativos destacamentos de las ciudades y el campo continuarán movilizándose por sus reivindicaciones, aunque permanezcan abandonados por los falsos socialistas que mantienen dominada la CGTP. Las regiones y los pueblos redoblarán su carga contra el gobierno burgués y los partidos que lo apoyan. En esas luchas, los revolucionarios seguiremos planteando la creación de organismos de autodeterminación y poder trabajador, para poder constituir una Asamblea Popular Nacional que represente a todos los oprimidos contra todos los opresores. Por eso, como siempre en defensa del más elemental principio clasista, el principio de la independencia política proletaria, rechazamos la postración electorera y llamamos a anular el voto el día 17 en Lima.


¡Ruptura de la CGTP con el Gobierno y con Fuerza Social!
¡No apoyar a ningún sector de la burguesía!
¡Voto nulo, voto clasista!


06. 03.13


Colectivo Revolución Permanente en el Perú