noviembre 16, 2012

RS 8

Editorial Revolución Socialista # 8 - Noviembre 2012

Médicos, maestros, enfermeras, trabajadores de la salud y la educación, estudiantes y otros sectores, han estado y están movilizados por sus derechos durante las últimas semanas. Los trabajadores y el pueblo no descansan enfrentando a los políticos que en años anteriores se presentaran como alternativa burguesa a la política neoliberal, para luego anunciar abiertamente que emprenderían un gobierno similar a sus antecesores.

Tras el callejón electoralista sin salida del “mal menor” los explotados siempre reasumen la vía realista de la lucha, como en el caso del pueblo cajamarquino que no permitió su aplastamiento. El camino es el del fortalecimiento y las victorias: el de la organización democrática de masas, el frente único, el combate sin tregua por conquistar las reivindicaciones, y no el de los paros simbólicos, las componendas y las traiciones burocráticas. El camino es el de las huelgas indefinidas, masivas y consecuentes, y no el de las migajas insultantes como en el caso de la huelga del Sutep y la dirigencia oportunista de Patria Roja.

Una política de frente único de los trabajadores está sustentada en un elemental principio clasista: la independencia política, es decir la elaboración de una plataforma, la creación de una organicidad y la práctica de una política completamente ajenos a los intereses del enemigo capitalista y su gobierno, contando sólo con las organizaciones del campo de los oprimidos, con desarrollar organismos de poder, con unas demandas y consignas que representen genuinamente los intereses de la clase obrera, el campesinado y el pueblo.

Esta no es la política de la dirección de la CGTP, que debería encabezar las luchas de frente único. Su obsecuencia ante el gobierno burgués de Humala deja a su suerte a todos los sectores movilizados. Cada gremio, provincia o región debe pelear aislado de sus hermanos de clase y del resto de los pueblos del país. La burocracia de la Central, bajo los apelativos de PC y Patria Roja, supuestos y falsos “partidos comunistas”, sólo promueve movilizaciones mediatizadas cuando se trata de negociar con el gobierno su cuota de poder en instituciones estatales (algo que no beneficia a los trabajadores sino a la propia burocracia) y cuando forma parte de sus proyectos electorales subordinados a la burguesía (caso de Gana Perú).

Así, dedica el tiempo a vivir a la cola de los partidos patronales. Antes del Ollantismo y Susana Villarán en Lima. Ahora nuevamente de Villarán, pero también de Lerner Guitis y Carlos Tapia en “Fuerza Ciudadana”. Conforma el MAS con elementos pequeñoburgueses y prepara alianzas con esos movimientos como Tierra y Libertad. Toda esta concepción de “Frente Amplio”, vale decir de sumisión a organizaciones y programas de la burguesía, significa la viejísima política de claudicación y derrota del movimiento obrero y popular. Los trabajadores no podemos esperar nada clasista de los viejos partidos estalinistas que siempre nos traicionaron, pero podemos luchar por imponer la ruptura de la CGTP con el gobierno reaccionario.

Mientras Mario Huamán y Gregorio Santos reanudan desesperadamente la búsqueda de un proyecto electorero tras sectores de la burguesía, mientras el gobierno se enseñorea del campo libre que le deja la burocracia y continua asesinando pobladores por todo el país, los revolucionarios nos dirigimos a los activistas más honestos y decididos para instarlos a luchar juntos en la perspectiva de una Asamblea Popular Nacional como órgano de poder de los explotados, y de la construcción de un partido obrero revolucionario que conduzca ese combate a la consecución de todo el poder político.

Sendero Movadef: reaccionaria impunidad

El autoproclamado Partido Comunista del Perú, conocido como “Sendero Luminoso”, organización maoísta escindida en 1970 del Partido Comunista Peruano que publicaba “Bandera Roja”, llevó a cabo una lucha armada de 1980 en adelante, hasta que Abimael Guzmán, mandamás absoluto, decretara el fin de sus acciones tras la captura de la cúpula partidaria en 1992.

Durante aquellos años la lucha armada de Sendero se inició con el despliegue de contingentes guerrilleros rurales que se enfrentaban a la Policía y a las Fuerzas Armadas, para luego incorporar masacres contra la población campesina, la voladura sistemática de infraestructura estatal como estrategia militar y la ejecución sumaria individual de cualquiera que SL determinara como enemigo.

Miles, quizás decenas de miles de trabajadores del campo y la ciudad, de jóvenes y hasta niños, incluidos numerosos miembros de sindicatos y partidos proletarios, fueron asesinados por Sendero en el curso de su falazmente denominada “guerra popular” diseñada por un supuesto “Pensamiento Gonzalo”. Guzmán esgrimió esa inexistente elaboración teórica personal (“pensamiento”) para lanzar una sectaria y delirante guerra en dos frentes: contra el aparato del Estado burgués y contra todos los sectores populares que no le prestaban sujeción.

De esta manera SL pasó, muy rápidamente, de ser una organización proveniente de las filas trabajadoras (maestros y estudiantes de origen campesino) a constituirse en una versión especialmente monstruosa del estalinismo armado, semejante al Polpotismo camboyano. Eso sí, como todo estalinismo, siempre buscando explícitamente una alianza con algún sector de la clase dominante para establecer un nuevo Estado capitalista cuyo aparato quede bajo control del partido maoísta (según el significado de su pretendida “revolución democrática”, tal como lo presenta el propio Programa original publicado por el PCP-SL).

Sendero Luminoso ha sido pues, desde un inicio, un organismo ajeno al movimiento obrero, adverso y violento con sus organizaciones, un organismo programática y estratégicamente anti-marxista, cuyo objetivo jamás fue la revolución socialista en el Perú. ¿Cuál es hoy la novedad entonces? Que transcurridos veinte años de derrota militar y política, Sendero ha reconstituido con el Movadef una mínima estructura organizacional sólo para buscar, con el mismo cinismo con que antes defendía su barbarie totalitaria, la más escandalosa impunidad anti-popular que pueda imaginarse: una amnistía para todos los asesinos que participaron en el genocidio perpetrado por los gobiernos de Belaúnde, García y Fujimori en los años 80 y 90.

Queremos ser muy claros. El Estado de la burguesía peruana ha sido, históricamente, el más grande criminal político, pero los gobiernos ya citados elevaron esta realidad a su mayor cima. Es por ello que, por principio, no le reconocemos al Estado de los explotadores autoridad moral alguna para juzgar a cualquier organización levantada en su contra desde las filas trabajadoras. La clase dominante no tiene ningún derecho a mantener encarcelados a quienes se enfrentaron a su sangrienta dictadura burguesa. Luchamos siempre por la libertad incondicional de todos los presos políticos.

Sin embargo, el caso de Sendero es otro. Sendero Luminoso no sólo enfrentó al aparato institucional de la burguesía, sino a los explotados y al movimiento popular. Y esto es algo que ni como explotados ni como verdaderos comunistas tenemos por qué perdonar. Todos los senderistas responsables de crímenes contra el pueblo deben ser juzgados por Tribunales Populares elegidos por las masas. Únicamente así llegará la justicia sobre el pasado y el presente de la vida de nuestros pueblos.

Colectivo Revolución Permanente en el Perú


(En Revolución Socialista # 8 - Noviembre 2012)

Cajamarca: A propósito de la lucha por la defensa del medio ambiente

Por: Carlos García M.

En Perú la marcha combativa del movimiento de masas y la consiguiente traición de las direcciones reformistas se ha convertido en un ciclo de acción y reacción cada vez más frecuente. Como en otras partes del mundo aquí también la “izquierda” reformista esgrime los más variados argumentos para negar o menospreciar la tendencia anti burguesa que de manera oscilante se viene gestando al interior del movimiento obrero y popular; para los “izquierdistas” es el momento de presionar al Estado burgués y arrancarle algunas concesiones, la construcción de organismos de poder proletario es un camino intransitable, una “etapa” a la que todavía no arribamos debido a la incipiente conciencia e inmadurez política de los explotados. Pero la verdad es otra; son precisamente los actuales dirigentes de las organizaciones obreras y populares quienes no están a la altura de las luchas o aun peor no tienen el menor interés en un desenlace revolucionario sino por el contrario buscan manipular el impulso de las masas para saciar sus propios apetitos.

LA LUCHA EN CAJAMARCA:

“En este momento la prioridad nacional es que el Perú tenga una fuerza política de izquierda progresista, una fuerza política patriótica que debata de igual a igual con la derecha.” (Gregorio Santos, Presidente regional de Cajamarca, entrevista a La República 25 de junio de 2012)

¡Conga no va! resuena contundente y sin medias tintas disfrazando la verdadera orientación de los dirigentes reformistas que la suscriben. En este escenario sobresalen las figuras de Gregorio Santos y el cura Marco Arana quienes vienen usufructuado la lucha legítima del pueblo cajamarquino para conseguir impulsar sus futuras candidaturas (2016). La prensa más reaccionaria no tardó en calificarlos como “extremistas”, sin embargo lo cierto es que siendo aspirantes a un cargo dentro del Estado burgués (como alguna vez lo fue Ollanta Humala) no tienen la menor intensión de quebrarlo; de hecho ningún dirigente visible ni siquiera los reformistas más “radicales” como Wilfredo Saavedra han planteado seriamente la creación de organismos políticos de autodeterminación de masas independientes y hostiles al Estado burgués aspirando solamente a que el gobierno desautorice la ejecución del proyecto aurífero de la transnacional Newmont Mining Corporation (propietaria de la minera Yanacocha). Esta pretensión tan limitada contrasta con la actitud de las masas que espontáneamente arremeten contra las instituciones burguesas a las que progresivamente les vienen perdiendo el “respeto”.

Los últimos años el descontento de los explotados devino en feroces enfrentamientos con las fuerzas represivas de la burguesía (Arequipazo en 2002, Moqueguazo en 2008, el Baguazo en 2009, enfrentamientos en Islay y Juliaca en 2011, etc.), no obstante despliegues de coraje como estos jamás serán suficientes para derrotar a nuestro enemigo de clase, ya que para combatir efectivamente al brazo armado de la burguesía es preciso contar con destacamentos de autodefensa de masas evolucionando hacia verdaderas milicias obreras y campesinas. El abandono al golpe espontaneo, sin mayor cálculo ni perspectiva, por lo general desemboca en masacres que pueden exaltar al movimiento de masas en un primer momento pero terminan socavando su ánimo y confianza.

Potencial de la lucha ecologista:

En varios puntos del planeta la lucha por la defensa del medio ambiente y la preservación del equilibrio ecológico empuja a un sector importante de la población al choque contra poderosos intereses económicos y en muchos casos como en Cajamarca resulta evidente que la disputa sólo se resolverá cuando una de las partes sea derrotada.

El conflicto que enfrenta al pueblo cajamarquino con la minera Yanacocha no es fruto de la acción agitadora de un puñado de dirigentes “extremistas” y “enemigos del progreso” tal como pregona la prensa burguesa, es una lucha que se nutre de los abusos cometidos durante años por esta empresa, manifestación irrefutable del carácter depredador de un sistema económico caduco que para sostenerse devora insaciablemente los recursos naturales. La solución definitiva a esta problemática jamás la encontraremos dentro de la legalidad burguesa, la única alternativa para librar a la humanidad de la debacle es sustituir al capitalismo por un sistema económico que impulse y dirija racionalmente las fuerzas productivas distribuyendo sus frutos con justicia: El Socialismo Internacional. Esta es la realidad que debemos aceptar para no ser presas de la manipulación y el engaño.

Al calor de lucha contra el proyecto aurífero Conga asistimos al surgimiento de momentos propicios para desarrollar la conciencia y el nivel de organización de los trabajadores tanto en el campo como en los centros urbanos. El gran obstáculo es la propia dirección del movimiento obrero y popular copada actualmente por burócratas oportunistas que desvían la potencia combativa de las masas hacia el “punto muerto” de la negociación (así ocurrió en Espinar - Cusco durante el conflicto con la empresa minera Xstrata) o hacia las engañosas salidas legalistas que en nada alteran el orden de explotación burgués (Para muestra un botón; la “ley de consulta previa” no garantiza el pleno respeto a la voluntad de los pueblos andinos y amazónicos).

La vacancia presidencial…

El 5 de Junio Gregorio Santos agitaba a los manifestantes que se congregaban en la Plaza de Cajamarca: “¡¿Cuando el presidente no cumple su palabra?!” y estos respondían: “¡Lo sacan!”.

Para los interesados en hacer “carrera política” resulta bastante conveniente jugar al “contestatario” ya que frente a la crisis generalizada es más complicado asumir la defensa del “status quo” y la supuesta bonanza macro económica peruana. En esa línea demagógica Gregorio Santos, militante de Patria Roja y Presidente regional de Cajamarca, insinuó la posibilidad de destituir del cargo a Ollanta Humala. La prensa presentó esta propuesta como una demanda “radical”, “incendiaria” y “antidemocrática”, lo cual seguramente afianzó la simpatía que Santos recibe de parte del sector más contestatario de la población; un joven militante “trotskista” (al menos así se identifica) escribía en su cuenta de facebook: “El único dirigente que tuvo el coraje de poner sobre la mesa la discusión sobre la vacancia presidencial fue Gregorio Santos…”. ¡Mucho cuidado! la vacancia presidencial debe plantearse como parte de un programa político orientado a destruir el Estado burgués y levantar el Estado de los trabajadores de lo contrario carece de sentido para los intereses del proletariado, peor aun puede convertirse en una “salida de emergencia” para la burguesía. Humala está muy lejos de ser un demagogo eficiente, su capacidad de argumentación y liderazgo es bastante pobre, además carece de un partido que lo respalde, por eso no podemos descartar que en algún momento la “crisis de gobernabilidad” se torne insostenible y que el único remedio para salvaguardar el poder político de la burguesía sea buscar una pieza de recambio tal como ocurrió en Bolivia (2003 y 2005) o Ecuador (1997, 2000 y 2005).

…y la Constituyente

Nadie puede negar que una porción importante del pueblo trabajador hace tiempo dejó de confiar en las instituciones burguesas, este sector va creciendo tanto en Cajamarca como en el resto del país lamentablemente a un ritmo irregular, los promisorios despliegues espontáneos rápidamente son sucedidos por retracciones debido a la actitud dubitativa y claudicante de las direcciones reformistas (los Huamán, los Auris, los Santos, los Arana… los Pizangos, etc. etc.) sin embargo es una tendencia que avanza, los hechos no mienten; se destruyen locales municipales, se bloquean carreteras, se toman policías como prisioneros y se ataca la propiedad del gran capital. La tendencia hacia la rebelión está presente y partiendo de ese estado de ánimo lo correcto es comenzar a desarrollar embriones de poder proletario, asambleas populares en cada comunidad, distrito, provincia, departamento y región, articulándolas en una Asamblea Popular Nacional con poder de decisión política independiente del Estado burgués.

En Cajamarca queda claro que Santos y cía. están muy lejos de liderar una lucha real contra la burguesía y a tono con el resto de la “izquierda” tradicional promueven la convocatoria a una Asamblea Constituyente colocándola como la panacea “democrática” que garantizará, entre otras cosas, la soberanía sobre los recursos naturales. Este anacrónico e inservible planteamiento hace años distrae a los explotados de sus verdaderas tareas históricas: la construcción de sus propios organismos de poder, la destrucción del Estado burgués y la instauración de un gobierno obrero - campesino.

***

Sólo un rápido vistazo a la brega del pueblo cajamarquino basta para corroborar que mientras los trabajadores carezcan de direcciones honestas, esclarecidas y dispuestas a desarrollar formas de lucha cada vez más avanzadas, los promisorios despliegues espontáneos de los trabajadores y sus organizaciones terminarán retrayéndose frente a la contraofensiva burguesa, no obstante las vacilaciones e incluso los retrocesos proveen valiosas experiencias que debemos aprovechar revolucionariamente. Aun existe “pan por rebanar” en la resistencia al proyecto minero Conga, ya que se trata de un movimiento popular abundante en matices de cuya dinámica podrían surgir elementos valiosos para el combate anti-burgués presente y futuro.

Julio 2012


(En Revolución Socialista # 8 - Noviembre 2012)

octubre 16, 2012

Sobre las elecciones presidenciales en Venezuela


Las elecciones presidenciales en Venezuela tendrán lugar el 7 de octubre.  El Presidente Hugo Chávez, proveniente del Ejército, bonapartista nacionalista, jefe de la "revolución bolivariana", demanda por tercera vez los sufragios a su favor.  Esta candidatura es apoyada por los partidos obrero-burgueses del mundo entero (una delegación del Partido de Izquierda francés participa en la campaña) e incluso por corrientes "trotskistas" como la TMI, en nombre del « antiimperialismo », de la "revolución ciudadana en marcha", etc.

Ciertamente, el Coronel Chávez, al igual que todos los dirigentes burgueses nacionalistas, como el Coronel Perón lo había hecho antes que él en Argentina, ha utilizado a veces la movilización popular para aflojar un poco la presión imperialista en favor de la burguesía nacional. Ha debido a cambio conceder a las masas algunas migajas, hoy enteramente puestas en entredicho con la crisis.

Los comunistas apoyan todo paso real contra el imperialismo por parte de los países oprimidos y sostienen a un país oprimido objeto de una agresión imperialista, cualquiera que sea su Gobierno (como en la tentativa de golpe de Estado contra Chávez el 2002).  Pero solamente la clase obrera y la Internacional obrera pueden erradicar el capitalismo mundial.

Pero se trata de elecciones.  Y en vez de revolución, Chávez en el poder y su partido el PSUV preservan el Ejército y la Policía burguesas, rechazan la distribución de las tierras a los campesinos y la expropiación de los grupos industriales y bancarios nacionales, intentan integrar los sindicatos al Estado burgués, limitan el derecho de huelga y toleran los asesinatos de sindicalistas. En vez de antiimperialismo el Coronel Chávez protege a todas las grandes corporaciones extranjeras, Chevron, Ford, Mitsubishi, Total, Alstom, etc, que operan libremente en Venezuela, y colabora con los imperialismos ruso y chino.

En vez de internacionalismo, el Coronel Chávez fraterniza con el régimen que restaura el capitalismo en Cuba, sostiene abiertamente a los dictadores sanguinarios de Irán o Siria, como sostuvo a Kadhafi en Libia.  El Coronel Chávez y sus apoyos internacionales afirman que es el único recurso en "defensa de la revolución" frente a Capriles, candidato de la fracción de la burguesía vinculada más directamente con el imperialismo.  Pero el mismo Chávez y su PSUV son los artesanos del reforzamiento de la burguesía en Venezuela, al mismo tiempo que su política desalienta y repugna a sectores enteros de trabajadores de las ciudades y el campo.  Fue el mismo Chávez el que amnistió a los autores de los dos putschs militares abortados.

Sostener al Coronel Chávez en esta elección, es apoyar su política contra la clase obrera en Venezuela, Cuba, África  Septentrional y Oriente Medio, esto es intentar desarmar a las masas presentando un Coronel y Presidente de un país capitalista como un salvador supremo, una guía que los conduciría al Socialismo.

Por consiguiente, el CoReP y el CCI (T) apoyan la única candidatura obrera a las elecciones presidenciales del 7 de octubre en Venezuela, la del militante Orlando Chirino, miembro del PSL, antiguo obrero despedido del petróleo, que combate contra la integración de los sindicatos al Estado burgués, a pesar del oportunismo de que su corriente internacional, la UIT, da prueba a menudo.

Las posiciones justamente defendidas por Chirino contra la austeridad capitalista, contra el pago de la deuda pública por los trabajadores, por la nacionalización de los bancos y grandes grupos industriales bajo control de los trabajadores, por la distribución de la tierra a los campesinos, por el reconocimiento de los derechos indígenas, por la independencia de los sindicatos, etc., son utópicas sin revolución proletaria, sin consejos obreros y campesinos, sin toma del poder, sin desmantelamiento del aparato represivo del Estado, sin un Gobierno Obrero y Campesino en lucha por la Federación Socialista de América Latina.

4 de octubre de 2012

Colectivo Revolución Permanente (Austria, Francia, Perú)

Comité Comunista Internacionalista (Trotskista) - Francia

julio 06, 2012

¡Lucha clasista por la nacionalización sin pago de las transnacionales!

La movilización combativa de los pueblos de Cajamarca y Espinar es una nueva demostración de una vieja verdad: todos los gobiernos de la clase dominante, sean del partido que fuesen, atacarán siempre económica, política y militarmente al pueblo trabajador, de manera feroz. Por eso los revolucionarios que suscribimos jamás le hemos prestado apoyo electoral al Partido Nacionalista ni lo haremos con cualquier otra opción burguesa o pequeñoburguesa similar.

Pero además estas luchas también ratifican otra antigua certeza: que sin una dirección verdaderamente clasista la ofensiva de las masas no está capacitada para conquistar sus grandes objetivos.


Sólo un combate sin cuartel de todo el movimiento obrero y popular en frente único para expropiar las transnacionales que operan en el país y a los grandes capitalistas nacionales,  recuperando toda la riqueza que nos ha sido despojada, puede abrir el camino político hacia un nuevo Estado dirigido por los explotados, un Estado de los Trabajadores que asegure nuestras reivindicaciones históricas.


Este camino significa hoy básicamente crear nuestros organismos de poder proletario y lanzar acciones de masas de la envergadura necesaria. En el caso de las luchas actuales, una permanente Asamblea Popular Regional en Cajamarca y en las demás regiones generaría un poder alternativo al poder de la burguesía, funcionaría democráticamente con delegados elegidos y revocables en asambleas de base y dirigiría sus propias milicias obreras y campesinas de autodefensa para rechazar todas las agresiones del enemigo de clase. Organismos así contarían con toda la legitimidad para convocar de inmediato un Huelga Macroregional Indefinida en todo el Norte del país e irían a la constitución de una Asamblea Popular Nacional que luche por una Huelga General Indefinida y un Gobierno Obrero y Campesino.   


Desafortunadamente la dirección política de los movimientos de Cajamarca y Espinar no ha levantado estas consignas estratégicas para los intereses históricos de los oprimidos. Tanto Patria Roja como el movimiento pequeñoburgués Tierra y Libertad concentran su objetivo únicamente en el mejoramiento del convenio con la minera Xtrata o la nulidad del proyecto Conga, ignorando el problema de la lucha por el poder entre opresores y oprimidos, cuestión sin cuya resolución nada se soluciona verdaderamente. Al igual que el falso “Partido Comunista” que encabeza la CGTP, todas estas burocracias sindicales y políticas llamaron a apoyar a Humala por “democrático y patriótico” y continúan hablando el lenguaje burgués del “diálogo” (o sea del engaño, la mecida), del insulso cambio de gabinete ministerial o de la promoción de vanas ilusiones en una Asamblea Constituyente que en estas circunstancias sólo generaría desmovilización en nuestras filas. ¡Exijamos a la cúpula de la CGTP que rompa inmediatamente todo vínculo político con el gobierno reaccionario y asesino para dirigir una lucha clasista de masas por la expropiación del imperialismo y del gran capital!


¡Cárcel para todos los responsables de los asesinatos policiales!


 ¡Huelga Macroregional Indefinida en el Norte!


 ¡Forjar una Asamblea Popular Nacional!


 ¡Organizar un partido obrero revolucionario para tomar el poder!


 ¡Luchar por un Gobierno Obrero y Campesino!



Julio 5, 2012


Colectivo Revolución Permanente en el Perú

junio 18, 2012

1 de mayo 2012: Por la emancipación y el socialismo


1 de mayo 2012

 ¡Por la emancipación y el socialismo, revolución proletaria ahora!


La recuperación económica es tímida, frágil y acompañada de riesgos importantes y nubes amenazadoras (Lagarde, Directora General del FMI, 19 de abril).

La prolongación de la crisis económica de las economías avanzadas y la crisis ecológica creciente (calentamiento global) son pruebas de la decadencia del capitalismo. Además, a pesar de los progresos científicos y técnicos, el hambre continúa golpeando a una parte significativa de la humanidad. La mayoría de los habitantes de los países dominados está sumergida en la miseria. La descomposición del modo de producción capitalista amenaza al futuro de la humanidad y convierte su derrocamiento, no sólo en posible y necesario, sino en realmente imperativo.

Con vistas a restaurar la tasa de beneficio, la burguesía mundial lleva en los cinco continentes una violenta guerra de clase contra el proletariado mundial. En los viejos países industrializados la clase capitalista destruye las victorias históricas de la clase obrera (protección social, derechos sindicales). Las reducciones de presupuesto recaen sobre el sistema público de salud y la educación pública, sobre los subsidios de desempleo y las jubilaciones. El elevado nivel de desempleo aumenta la presión sobre los trabajadores empleados (más tareas por cumplir, salarios más débiles, más de horas de trabajo).

Los derechos democráticos son restringidos en las viejas democracias burguesas. No sólo los partidos fascistas y clericales reaparecen, sino que los gobiernos "democráticos" promueven el chauvinismo, la xenofobia y el racismo. En cualquier parte del mundo los ejércitos imperialistas y los servicios secretos preparan y participan en agresiones militares. Los imperialismos occidentales (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña) siguen ocupando Afganistán, han transformado Libia en un centro de torturas y amenazan a Siria e Irán. Al mismo tiempo, los imperialismos orientales (Rusia, China) sostienen a los déspotas contra las manifestaciones iraníes y el levantamiento sirio. Refuerzan a los ejércitos burgueses locales contra su población y establecen alianzas con las fuerzas más reaccionarias (como el Baath, los islamistas en Irán, Paquistán, Túnez, Egipto, Libia, Siria...). Contra las masas explotadas, todos los gobiernos imperialistas procuran camuflar sus rivalidades y sus pillajes con slogans como "independencia nacional" o "libertad".

Sin embargo, la opresión nacional, las reducciones de gasto público y la represión brutal, generan levantamientos, inestabilidad y rebeliones. De Grecia a Portugal, de Egipto a Siria, de Libia a los Estados Unidos, de China a Corea y de Brasil a Chile, los disturbios se expanden. Y ésta es la otra desgraciada cara de la realidad: mientras que las condiciones objetivas para la caída del capitalismo  están maduras, las condiciones subjetivas para las revoluciones socialistas victoriosas van con retraso. La clase obrera es la única fuerza capaz de reemplazar el viejo orden capitalista por un nuevo orden, el de la transición hacia el comunismo mundial que termine con la explotación y la miseria, después de un período de represión necesaria contra las precedentes clases dominantes (la dictadura del proletariado) para asegurar la desaparición de las clases y del Estado.

Ciertos representantes de la clase dominante son conscientes del callejón sin salida de la dominación capitalista. Procuran bloquear la vía hacia el socialismo buscando chivos expiatorios como las minorías religiosas o los trabajadores emigrantes. Otros se indignan contra las "finanzas" y la "especulación", como los "foros sociales" de ayer y los "movimientos de indignados" de hoy: en España los dirigentes de este último se dicen apolíticos; en Grecia, conducen la cólera hacia el nacionalismo; en los Estados Unidos, se presentan como pacifistas… Esto significa dejar que la burguesía continúe dominando la sociedad. No es una sorpresa que ciertos dirigentes de la pequeña burguesía estén atados a partidos burgueses (como el Partido Demócrata norteamericano), mientras que otros desfilan junto a dirigentes traidores a la clase obrera que cruzaron hace tiempo la frontera de clase y sirven de protección a la dominación capitalista, como antiguos estalinistas, viejos socialdemócratas, semi-reformistas (CI, TSI, CIO, L5I).

Después de décadas de dominación totalitaria en las economías colectivizadas y una colaboración de clase abyecta en otros lugares, el estalinismo se hundió. Con la restauración del capitalismo en 1989-1992 en la URSS, en Europa del Este y en China por las burocracias estatales privilegiadas, ciertas capas de estos burócratas robaron la propiedad pública, se transformaron en “hombres de negocios" o "mujeres de negocios" y se volvieron el corazón de la nueva burguesía. Por consiguiente el movimiento estalinista mundial, ya debilitado por el conflicto entre el URSS y China, se desplomó, sus componentes desaparecieron, se unieron a partidos burgueses nacientes o se integraron a la socialdemocracia mundial que, desde 1914, defiende el orden capitalista (PCJ, Die Linke, PRC, PCF, Synaspismos, PCCh…). Uno de ellos, el KKE griego, frente a una situación revolucionaria, divide agresivamente a los trabajadores y a la juventud, sostiene las ineficaces "jornadas de acción de un día", demanda elecciones burguesas y defiende la autarquía reaccionaria.

La "Internacional Socialista" sobrevive como una parodia de la Segunda Internacional obrera, abriendo sus puertas a numerosos partidos nacionalistas burgueses como el ANC de Sudáfrica, el MPLA de Angola, el PASOK de Grecia, el UFSP de Marruecos, el Fatah de Palestina, el PPP de Paquistán, el PAP de Perú, el PS de Senegal, el CHP de Turquía, AD de Venezuela…

Todos los socialpatriotas invocan los ideales de justicia social, la igualdad social, prometen reformas progresistas limitadas. Es a través de sus maquinarias electorales y su control de los sindicatos que conservan su valor para la clase capitalista, como una correa de transmisión en la clase obrera. Los partidos ex stalinistas,  los partidos laboristas o socialdemócratas tradicionales son defensores ardientes de la colaboración de clases, nacionalmente e internacionalmente.

Cuando los supuestos reformistas (socialdemócratas y laboristas, al igual que ex estalinistas) se ponen a la cabeza del Estado burgués, participan en la política de austeridad de su burguesía. Ayer el SPD en Alemania, el Partido Laborista en Gran Bretaña, el PS y el PCF en Francia, Rifondazione Comunista en Italia, el PSOE en España; hoy el ALP en Australia, el SPÖ en Austria, el PS en Bélgica, el NAP en Noruega, el SMER en Eslovaquia…

Por todas partes las burocracias de los principales sindicatos son cómplices de la reacción, aceptando discutir los ataques capitalistas en nombre de un supuesto interés común con los patronos y los accionistas, en nombre de un supuesto interés nacional común con la clase capitalista y su Estado, que dispersa la resistencia de los trabajadores y de los jóvenes en impotentes "huelgas de un día". Con la ayuda de los partidos reformistas o las organizaciones semi-reformistas, las burocracias sindicales impiden a los trabajadores organizar huelgas generales para derrocar a los gobiernos burgueses, impiden a los trabajadores crear sus propios órganos de autodefensa contra la policía y los fascistas, impiden todo avance hacia la elección de comités, de tipo soviet, en los lugares de trabajo y en los barrios.

Desgraciadamente no existe alternativa revolucionaria que pueda pretender ser sostenida por amplias capas de las masas trabajadoras. La inmensa mayoría de los supuestos trotskistas son revisionistas del bolchevismo y liquidadores de lo que fue la 4ta. Internacional revolucionaria. En realidad actúan como "taparrabos" de los agentes burgueses en el seno de la clase obrera, incluso de las corrientes burguesas (desde los partidos ecologistas a los partidos islamistas). Difunden su propia versión de la colaboración de clases, construyendo partidos reformistas (SSP, NPA, Die Linke) o coaliciones de frente popular (Izquierda Unida, Respect, Front de Gauche).

Para unirse y para luchar los trabajadores necesitan un nuevo partido. Un partido obrero revolucionario debería defender, en cada lucha, la independencia de la clase obrera con relación a todas las demás clases. Debería unificar a la clase obrera (hombres y mujeres, nacionales e inmigrantes, jóvenes y viejos, empleados y desocupados), debería reforzar todos los elementos de democracia obrera, reagrupar a todos los oprimidos y explotados alrededor de la clase, ayudar a la masa a tomar el poder al modo de la Comuna de París en 1871 y de los Soviets rusos en 1917. Es la única manera de enfrentar por todas partes a los gobiernos burgueses y de ganar para la revolución a la juventud y a las clases intermedias, de arrancarlos del frente popular, del islamismo y del fascismo.

Por consiguiente los trabajadores no sólo necesitan un partido obrero revolucionario. Éste debe formar parte de una Internacional obrera revolucionaria, como toda clase obrera nacional forma parte de la clase obrera mundial. La clase obrera es la única clase internacional auténtica. Todas las formas de nacionalismo o de separatismo deberían serle extrañas. Sólo los trabajadores de todos los países, unidos, mostrarán la vía de salida de la crisis, de la opresión, las guerras y la miseria: la vía hacia la emancipación y el socialismo.


Colectivo Revolución Permanente
(Francia, Austria, Perú)
c_revolucionpermanente@yahoo.es

abril 27, 2012

LM 19

¡Ruptura de la CGTP con el Gobierno reaccionario!

PARA LUCHAR EN FRENTE ÚNICO CLASISTA:
¡RUPTURA DE LA CGTP CON EL GOBIERNO REACCIONARIO!

El gobierno nacionalista burgués

La clase dominante peruana está más que satisfecha con el gobierno actual. Como lo habían previsto Humala y su partido, en estos nueve meses los ministros y parlamentarios del nacionalismo han preservado el Estado burgués y mantenido la política neoliberal iniciada por Fujimori en 1990.

Ya durante la campaña el candidato Ollanta Humala declaró en muchas ocasiones que un gobierno suyo garantizaría la “estabilidad jurídica” y las “condiciones de juego para los inversionistas”, vale decir los beneficios del gran capital nacional y transnacional. Este compromiso fue suscrito por él en la denominada “Hoja de Ruta” (mayo 2011) con la complacencia de la burocracia sindical y los partidos de la izquierda tradicional, quienes a voz en cuello llamaron a apoyar una presunta “Gran Transformación”. La CGTP envió incluso personeros a defender el supuesto voto “progresista”, cuando la “Hoja de Ruta” no hacía más que sintetizar los objetivos capitalistas de un sector arribista de la propia burguesía peruana, proyecto ya expresado en el Plan de Gobierno original de Gana Perú. De esta manera el humalismo iniciaba el derrotero que lo ha conducido muy rápidamente a descubrirse ante las masas en su verdadero carácter reaccionario.

La cuna ideológica de Humala Tasso la encontramos en el “etnocacerismo”, una pintoresca variedad castrense, indigenista y racista del nacionalismo pequeñoburgués. Pero desmarcado políticamente de su hermano Antauro, el lanzamiento del Partido Nacionalista constituyó una operación electoral granburguesa desde el 2006, que aceleradamente ha terminado convirtiéndose en expresión de continuidad neoliberal. Así, tenemos las declaraciones del Primer Ministro actual:

"El Perú, señoras y señores congresistas, no está para experimentos ni globos de ensayo…” (05 de enero de 2012 – Óscar Valdez ante el Congreso)

“Hay mucha gente que dice que el gobierno del 90 al 95 fue un buen gobierno porque tenía mucho pragmatismo, sentido común y mucho criterio, y eso es lo que necesitamos…” (07 de enero de 2012 – Óscar Valdez a RPP Noticias)

El carácter reaccionario del nacionalismo burgués está fuera de cualquier duda. Siempre y en todas partes del mundo ha sido una carta de la clase dominante para contener, manipular y oprimir a los explotados usando la demagogia populista. Muchas veces con un altisonante discurso antiimperialista (el ejemplo actual del Chavismo), en realidad nunca emprendió un verdadero combate por la derrota del imperialismo, ya que esto conduciría al fin de las burguesías y del capitalismo, sistema del que son beneficiarios los políticos y empresarios nacionalistas. En América Latina hemos tenido las experiencias del PRI mexicano, el Peronismo argentino, el Sandinismo nicaragüense o el MNR boliviano, de las dictaduras militares de Vargas en Brasil, Velasco en el Perú, Torrijos en Panamá. Todos ellos regímenes que perpetuaron la explotación del proletariado, lo mantuvieron bajo condiciones de vida oprobiosas y para nada fueron portadores de sus reivindicaciones históricas. A pesar de tales evidencias, el servilismo de la burocracia de las organizaciones obreras y populares, de las jerarquías de la CGTP, de la CUT, de los Frentes Regionales, llevó a las masas a votar por el actual gobierno enemigo de nuestro pueblo.

La sumisión de la burocracia del movimiento popular

“El primer discurso presidencial de Ollanta Humala es de reafirmación en el cambio democrático y de esperanza para el pueblo peruano” (Mario Huamán – Secretario General de la CGTP, 28 de julio de 2011)

De esta manera la dirección de la CGTP continuaba defendiendo su política oportunista y electoralista, y así ha permanecido generando falsas esperanzas en un gobierno antipopular de primera hora, como son testigos las movilizaciones de los distintos sectores y los luchadores asesinados por las fuerzas represivas en esas jornadas. En los últimos meses, Huamán asumiría también la defensa del oficialista Abugattás, Presidente del Congreso, cuestionado por el escandaloso programa clientelista “Gestores para el Desarrollo”, cuyo presupuesto ascendía a la nada despreciable suma de 9 millones de soles y a través del que se contrataron personas sin concurso público con jugosas remuneraciones.

El pasado 21 de enero en el “X Encuentro Nacional de los Frentes Regionales, Organizaciones gremiales, políticas y sociales” la burocracia pretendió enmendar, en el papel, su profunda capitulación, declarando: “En el terreno político se confirmó el rumbo hacia la derecha y al autoritarismo que ha tomado el gobierno de Ollanta Humala y el gabinete Valdés, reflejado en la política continuista del modelo económico neoliberal de los gobiernos antecesores…”, pero tales consideraciones no han modificado en nada la línea obsecuente de los actuales dirigentes. Este 14 de abril, en el “XI Encuentro”, se ratificaron en solicitar paliativos al Ejecutivo y en crear una estructura que reúna a las organizaciones de los trabajadores con partidos burgueses o pequeñoburgueses como Fuerza Social, Ciudadanos por el Cambio, Partido Socialista o Tierra y Libertad. Esta actitud colaboracionista con sectores burgueses es la vieja seña de identidad de las cúpulas vende-luchas.

Sin independencia política, el movimiento obrero y popular está condenado a la derrota permanente, como nos lo demuestra, una vez más, la experiencia con el Partido Nacionalista. Es lo que ocurre cuando la dirigencia de los trabajadores sirve a intereses opuestos a los del pueblo oprimido. Para acabar con este rumbo de traición y derrota, hay que exigirle a la dirección de la CGTP que rompa de inmediato su sujeción al presente gobierno de la burguesía. Que movilice a los trabajadores tras una plataforma combativa, que organice asambleas populares y avancemos hacia una Asamblea Popular Nacional como organismo de poder proletario.

Como burocracia que es, la actual jerarquía de los trabajadores organizados siempre se ha mostrado incapaz de enmendar su conducta servil frente al enemigo de clase. Este cambio sólo puede conseguirse con una firme lucha de las bases por imponer una política clasista y conseguir un radical reemplazo de esta dirigencia, expectorando a quienes por años se han servido del movimiento obrero para satisfacer sus intereses particulares. Es impostergable iniciar un proceso de democratización de la CGTP y la CUT en todos sus niveles, para unificarlas en una única Central clasista de masas.

Los trabajadores requerimos de dirigentes consecuentes y combativos, que orienten a los explotados en las reivindicaciones económicas, democráticas y revolucionarias. No es posible tolerar más traiciones. Debemos deshacernos cuanto antes del lastre burocrático que pretende engatusarnos con pronunciamientos demagógicos y convocatorias a inservibles movilizaciones y paralizaciones de un sólo día, mientras evita por todos los medios las medidas de lucha consecuentes como la Huelga General Indefinida.

El rol funesto de los partidos reformistas

La explicación, presente e histórica, acerca de la política de la burocracia sindical y popular, es que estas cúpulas pertenecen a organizaciones que hace mucho tiempo traicionaron a los explotados, como el Partido Comunista, Patria Roja y el Partido Socialista. El PC y Patria Roja son los responsables de que la CGTP viva postrada ante cada gobierno burgués, el PS no es un partido de carácter obrero y está liderado por el empresario Javier Diez Canseco. La trayectoria de estos partidos arrastrándose tras fuerzas burguesas no tiene fin. Apoyaron a Fujimori en 1990, a Toledo el 2001 y ahora a Humala el 2011. Son eternos saboteadores de la independencia política proletaria para consolidar candidaturas y gobiernos enemigos, mientras sus cuadros buscan ser alcaldes, parlamentarios y autoridades regionales. Los regímenes de Villarán en Lima y Humala en el Perú son las pruebas de hoy día.

El PC ha dominado durante décadas el movimiento obrero suprimiendo la democracia sindical y esta vez lo ha puesto de rodillas ante el Humalismo. A Patria Roja le correspondió el papel más escandaloso en las pasadas elecciones; luego de servir fielmente a Villarán y Fuerza Social, fue desechado por FS y pagó su extremo oportunismo con la total desaparición electoral, lo que para los electoralistas significa un infierno político. Diez Canseco por su parte se ha convertido en un verdadero monigote del gobierno, dispuesto a soportar maltratos y tolerar la corrupción con tal de mantener sus privilegios. Esto tuvo su expresión más descarada cuando contribuyó a evitar el desafuero e inhabilitación por cinco años del ex Vicepresidente Chehade, ausentándose por “motivos de salud” de la sesión en la que se debatía el caso. (Recordemos que Chehade intentó promover el desalojo violento de la azucarera Andahuasi en favor del grupo Wong). Otra dirigente del PS, Aída Naranjo, fue retirada del Ministerio de la Mujer pero agraciada, por servicios prestados, con la Embajada del Perú en Uruguay.

Conga: ambientalismo y lucha de clases

La lucha por preservar las fuentes de agua en Cajamarca ha enfrentado al pueblo con el proyecto aurífero “Conga” de la minera Yanacocha. Este caso ha puesto sobre el tapete la amenaza de la minería sobre las cada vez más escazas fuentes de agua dulce y también la cuestión de los mecanismos expropiatorios utilizados por las empresas para desplazar a la población (como fue la incursión abusiva de Yanacocha en el cerro Quilish en 1993). Pero en realidad nos confronta con la cuestión de fondo: cada día el capitalismo está obligado a echar mano de cuanto recurso natural encuentre a su alcance para mantener funcionando su decadente maquinaria, poniendo en riesgo toda la vida en el planeta.

Frente al problema de Cajamarca constatamos básicamente dos métodos distintos en el movimiento de masas.

El primero corresponde a una voluntad de resistencia limitada, una opción por evadir las peores consecuencias del saqueo sin derrotar al enemigo imperialista y por medio de remiendos legales. Es la llamada izquierda la que despliega esta política, personalizada por Gregorio Santos de Patria Roja en alianza con el ex-sacerdote y aspirante a Presidente, Marco Arana de Tierra y Libertad. Una versión más confrontacional de esta línea la encabeza Wilfredo Saavedra del Frente de Defensa Ambiental.

Se trata de la política de reforma del Estado capitalista, con el objetivo de mitigar sus efectos y nunca acabar con el Estado y el sistema que son la causa de la explotación y opresión de los pueblos. En su modalidad ambientalista extrema, de nada sirve que legiones de activistas se opongan a la depredación transnacional con una concepción “ecologista” pequeñoburguesa, estrecha y estéril, con métodos pacifistas y subordinados a los objetivos de las ONGs y su rentable actividad, sin voluntad de marchar a una sociedad liberada de capitalistas nacionales o extranjeros.

El segundo método corresponde a los verdaderos intereses históricos de la clase obrera y el pueblo e implica luchar por la nacionalización sin pago de las transnacionales y el gran capital en el país, para empezar a transitar por el camino socialista. Esta es la lucha por sustituir, en el combate mismo, a las instituciones burguesas por organismos de autodeterminación como las Asambleas Populares, que se conviertan en el poder real de las masas que buscamos organizar un Estado de los Trabajadores. Este poder es la única forma efectiva de proteger al medio ambiente y de defender las gigantescas posibilidades de la vida en una nueva sociedad igualitaria.

¡EXPROPIACIÓN SIN PAGO DE YANACOCHA, DOE RUN
Y LAS DEMÁS TRANSNACIONALES!
¡ALTO A LA MILITARIZACIÓN DE CAJAMARCA!
¡CREAR UNA ASAMBLEA POPULAR REGIONAL
REPRESENTATIVA Y DEMOCRÁTICA!
¡ALTO A LA MILITARIZACIÓN Y LOS BOMBARDEOS
EN EL VRAE Y LA CONVENCIÓN!
¡IMPULSEMOS LA CREACIÓN DE ASAMBLEAS POPULARES
HACIA UNA ASAMBLEA POPULAR NACIONAL!
¡CONSTRUIR UN PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO PARA LUCHAR POR UN GOBIERNO OBRERO, CAMPESINO Y POPULAR!

Abril 24 de 2012

Colectivo Revolución Permanente en el Perú

revolucionpermanente.rp@gmail.com