marzo 29, 2011

La lucha es por nacionalizar la riqueza del país

LA LUCHA ES POR NACIONALIZAR LA RIQUEZA DEL PAÍS,
SIN PAGO Y CON EL CONTROL OBRERO DE LAS EMPRESAS

Si algo ha identificado a los gobiernos de los últimos veinte años: dictadura fujimorista, toledismo, aprismo, ha sido el remate de los recursos naturales y de las empresas estatales al capital imperialista y a otras multinacionales importantes. Este despojo histórico efectuado por decisión de esos gobiernos antipopulares, contó con la complicidad del resto de los partidos de la burguesía representados en el Congreso y ha sido la causa de que las necesidades más urgentes del pueblo continúen sin solución, a pesar de la intensiva explotación de la naturaleza en el país. Esta realidad no cambiará mientras la riqueza nacional no sea propiedad el Estado y su control administrativo no corresponda a los propios trabajadores que la producen. Sólo así será posible iniciar el camino hacia una sociedad donde las masas productoras sean las únicas en disfrutar del resultado de su esfuerzo, llegando a ella mediante la supresión del actual Estado de los Capitalistas y su reemplazo por un Estado de los Trabajadores.


La Agenda de la CGTP

Ante la situación descrita, la obligación de toda dirigencia obrera es encabezar la lucha por los grandes objetivos sociales y políticos de los trabajadores. Pero la dirección de la CGTP no cumple su deber clasista. En febrero pasado elaboró lo que denomina la “Agenda de los Trabajadores” y que no contiene banderas fundamentales como: la re-estatización de las empresas privatizadas, la anulación de los Tratados de Libre Comercio, el desconocimiento de la Deuda Externa, un salario que cubra la canasta familiar, el acceso a los servicios públicos a precios populares, la tierra y el financiamiento para el campesinado, la ruptura con los gobiernos y organismos económicos imperialistas, y, aunque reivindica una educación gratuita, no defiende la gratuidad de la salud.

Sin embargo la plataforma levanta demandas que no corresponden a las soluciones que exigen los intereses del proletariado y su aguda condición de pobreza: incremento de impuestos a las rentas (un minúsculo paliativo a la explotación del trabajo por el capital); apoyo a la mediana empresa que exprime a los trabajadores como lo hace la gran empresa; exigencia de protección patrimonial para la industria azucarera actual (que beneficia a los capitalistas Oviedo) en lugar de luchar por la expropiación sin pago de los patrones y el paso de las empresas a control obrero; apoyo a las Mypes (concepto en que se fusionan diferentes intereses de clase: el trabajador independiente, la microempresa y la pequeña empresa de masiva explotación); demanda de “cambio de Constitución” (que busca reformar la Constitución actual y mantener una Constitución burguesa para el Perú). Todas estas medidas están encaminadas a reformar tímidamente ciertos aspectos del Estado actual, para que permanezca vigente y el poder económico y político siga siendo ajeno y enemigo de las masas.


La plataforma del nacionalismo burgués

Vista la concepción reivindicativa burguesa de la burocracia sindical, no sorprende que haya otorgado su apoyo al programa con que el Partido Nacionalista acude a las elecciones. El PNP publicó en octubre pasado un documento de 10 puntos que caracteriza muy bien su política de defensa del sistema capitalista y del Estado de la burguesía peruana.

Los pilares de esta plataforma son los siguientes puntos:

1.- Nueva Constitución. Una nueva Constitución “democrática” en nuestra historia, pero que como siempre no toque ninguna de las bases económicas y políticas del poder de la clase dominante. 2.- Economía nacional de mercado. Defensa de la economía capitalista de mercado, sistema explotador de los trabajadores que cautela los intereses de las “inversiones nacionales o extranjeras”. 4.- Recuperar soberanía sobre los recursos de la nación, 6.- Trabajo y pensiones dignas y 7.- Educación y salud para todos. Grandes demagogias. Ni una sola medida concreta para establecer “soberanía nacional” (vale decir propiedad estatal de toda la riqueza), “trabajo decente” (es decir salarios que realmente solventen las necesidades populares), ni “educación y salud universales, gratuitas y de calidad”. Ninguna verdadera voluntad política, porque el Humalismo tendría que expropiar al imperialismo y a la burguesía (a la que pertenece) y para garantizar con esos recursos el desarrollo de la población de todas las regiones. 8.- Vida segura. Estado policiaco. Frente a la situación de miseria estructural de amplios sectores y el resultante crecimiento de la delincuencia, los gobiernos burgueses siempre apelan a la represión pero nunca a la creación de una economía en favor de los trabajadores. El nacionalismo no sería la excepción. 10.- Integración regional y globalización solidaria. La “revisión” de los TLCs, su permanencia, la preservación de la sumisión al imperialismo y el mantenimiento del país en las instituciones creadas por las clases opresoras sudamericanas (CAN, Mercosur, Unasur).

A este programa capitalista le ha brindado hace meses su apoyo la cúpula de la CGTP, que como sabemos está conformada por el PC y Patria Roja.


Los candidatos de la CGTP

La Asamblea de Delegados de la CGTP del 12 de febrero tomó una histórica decisión, muy lamentable desde el punto de vista de los grandes objetivos – históricos - de los trabajadores. Aprobó su apoyo electoral oficial a cinco candidatos que integran las listas de Gana Perú, candidatos que ejercen cargos de representación sindical: Sifuentes, Dammert, Cortez, Ruiz y de la Cruz. Entre ellos Carmela Sifuentes y Manuel Cortez, Presidenta y Secretario de Organización de la Central. Esta decisión respalda candidatos que son producto de un acuerdo entre el PNP, la alta burocracia sindical y el oportunista Partido Comunista Peruano, del que Roberto de la Cruz es Secretario General.

Este respaldo pone el voto de la vanguardia de las masas a los pies de los intereses de la fracción nacionalista de la burguesía peruana y de su candidato, un alto oficial del Ejército con una pública foja de represor. Así La burocracia sindical reformista destruye otra vez la posibilidad de una política clasista independiente frente al conjunto de la clase dominante y de su Estado. El nacionalismo burgués puede jactarse ahora de haber domesticado completamente al movimiento sindical por obra de la misma dirección que durante años se negó a derribar a los detestados gobiernos de Toledo y García, impidiendo la unidad de todas las luchas y levantamientos del país en una Huelga General Indefinida y la articulación de todo el movimiento obrero y popular en una Asamblea Popular Nacional que construya el poder de los explotados. La dirección de la CGTP tuvo la oportunidad de llamar al movimiento de masas a presentar sus propios candidatos que lo representaran y lucharan por sus objetivos de clase, pero prefirió nuevamente el servilismo reformista. Las nuevas generaciones proletarias sabrán juzgarla y deslindar políticamente con ella.

Para tomar en nuestras manos la riqueza nacional producida por los trabajadores,
iniciando el camino revolucionario a la sociedad socialista:
¡Expropiar sin pago al imperialismo y a la burguesía,
poniendo las empresas bajo control de los trabajadores!

Los trabajadores no tenemos candidato a la Presidencia.
No votar por ninguna candidatura de la clase dominante.
¡Voto clasista, voto nulo!


Marzo 23, 2011

Colectivo Revolución Permanente en el Perú