diciembre 07, 2005

El Frente Amplio reformista: servil a la burguesía y al imperialismo

El 9 de noviembre el Frente Amplio dio a publicidad el programa de gobierno con el que pretende candidatear en abril. En los breves párrafos de presentación del programa, se encuentran cinco menciones chauvinistas a “nuestra patria”, lo que sin embargo no le impide declarar su oposición al TLC únicamente “en los términos en que se negocia”. Es decir que un tratado algo menos expoliador por parte del imperialismo, un tratado un poco más indulgente con la burguesía peruana lacaya, contaría sin duda con toda la entusiasta adhesión del Frente Amplio. No por gusto están declaradamente en favor del “desarrollo del comercio internacional” capitalista. Esta es la realidad del frente reformista: la de las frases patrioteras y la “amplitud” proimperialista.

Esa concreta traición programática a los intereses de las masas trabajadoras, es tan sólo un botón de muestra sobre las conclusiones prácticas que se desprenden del texto genérico del programa de gobierno. Las siguientes son las mayores perlas de este programa:


Mantener el capitalismo y la sumisión al imperialismo.
El “Proyecto Nacional” del Frente Amplio está “centrado sobre empleo, inversiones, redistribución del ingreso, (…) fomento del Ahorro y de la Inversión”. Esta fraseología, que podría estar extraída de cualquier discurso de Alan García, los pinta de cuerpo entero. Qué trabajador no habrá escuchado durante toda su vida proclamar a la burguesía que su inversión de capitales creará buenos empleos y así se multiplicarán los ingresos de todos. Y qué trabajador clasista no sabe que esta charlatanería sólo significa millonarias ganancias para los capitalistas, y más subempleo y desempleo con una peor indigencia para las masas. Eso es también lo que pensará el trabajador cuando escuche del “apoyo irrestricto” a la “mediana empresa”.

Una vez establecido ese “proyecto” capitalista, son necesarias por lo menos dos grandes tareas para asegurarlo. Se trata de la “revisión de las privatizaciones” y la “revisión de la deuda externa”. La repulsa que el pueblo siente ante las privatizaciones por las que la dictadura regaló las empresas estatales al capital mayormente imperialista, es contestada con el señuelo de la “revisión”. Ni más ni menos que lo que cualquier candidato burgués prometería para aplacar las iras populares. Ya que están decididamente en contra de que esas empresas vuelvan a propiedad estatal sin pago alguno, prometen ver si es posible recomprar, con dinero producido por las masas, alguna ínfima parte de lo privatizado.

Así, capitular ante la burguesía, agente del imperialismo, implica capitular ante su amo. La deuda externa, nunca contraída ni disfrutada por el pueblo, ha sido cien veces pagada con su sacrificio, lo que no ha impedido que la deuda siga existiendo y creciendo. Ante esta verdad histórica, los reformistas se niegan a asumir el derecho de los explotados a desconocerla, y más bien prometen una “reducción” de su ritmo de pago, una “renegociación” y su “canje por inversión” (cuando no, la inversión….). De esta manera, los trabajadores nos enteramos que los sirvientes de la clase dominante se apresuran a reafirmarle al imperialismo, que son completamente inofensivos para él.

Nada de elevar el salario al costo de la canasta familiar, ni de garantizar un pleno empleo de calidad, ni de romper con el FMI y el Banco Mundial, ni menos de expropiar al imperialismo y a la gran burguesía o de estatizar el comercio exterior. Sólo la administración de la economía capitalista en contra de los intereses de las masas y en provecho de sus enemigos de clase.


Un Estado Burgués con sus Fuerzas Armadas fortalecidas.
No hay trabajador de mediana edad que no recuerde el régimen “democrático” de los años 80. Comparado con el actual, se trataba de la misma explotación y represión. Aquél régimen nació de un pacto entre los sectores civiles y militares de la burguesía con el fin de preservar su Estado frente al ascenso político de las masas a finales de los años 70, pacto que quedó suscrito con la Constitución de 1979. Los partidos encargados de redactar esa Constitución fueron el APRA y el PPC, en ese momento los mayores partidos de la clase dominante.

Esa Constitución burguesa es la que el Frente Amplio promete poner en vigencia como gran alternativa a la Constitución fujimorista; una medida que por supuesto nadie identifica como “izquierdista”, ya que una serie de políticos burgueses han hecho de ella una bandera desde hace mucho. Al mismo tiempo, se plantea la convocatoria a una “Asamblea Constituyente” que promulgue una “Nueva Constitución”, es decir un mecanismo de reemplazo de una legislación burguesa por otra, o lo que popularmente puede llamarse “cambiar mocos por babas”.

Con tales posiciones, nadie puede engañarse sobre el significado de la supuesta “Nueva República” del reformismo. Se trata sencillamente del mismo estado burgués, con la dominación económica, política y militar de la clase de siempre. En la ausencia completa de toda noción de desmontaje del actual estado, la nomenclatura “república nacionalista, popular, democrática” con la que se adornan, sólo describe la prolongación del mismo estado capitalista.

Pero estas organizaciones que anuncian su generoso apoyo al estado enemigo, no se quedan ahí. También buscan fortalecerlo en su columna vertebral: “Convertir la Defensa y la Soberanía en conciencia y tarea de toda la población, bajo la responsabilidad del Estado. Inversión apropiada en Defensa Nacional.”. Como si las FFAA no fueran las garantes centrales del sistema, como si las masas trabajadoras no hubieran muerto cien veces para defender la “soberanía” de las grandes fortunas en las guerras que éstas desatan, como si el pueblo no hubiera sido mil veces masacrado por los perros guardianes de la plutocracia, todavía los sirvientes oportunistas de la burguesía nacional y las burguesías imperialistas anuncian más privilegios, más maltratos, más cárcel y más asesinatos, todo pagado con el dinero producido por el trabajo de las masas.

¿Impulsar una Huelga General? ¿Construir organismos de poder para un nuevo Estado de los trabajadores? ¿Organizar la Autodefensa para avanzar en la disputa por el poder? ¿Luchar por un Gobierno Obrero, Campesino y Popular surgido de una revolución socialista? Los falsos socialistas y comunistas del Frente Amplio tiemblan de miedo y de vergüenza ante la posibilidad de una revolución de los explotados, por eso nunca lucharon por el programa que la puede hacer realidad. Enfrascados en la instrumentalización de las organizaciones de masas y en su desesperado apetito por las gollerías de los puestos públicos, jamás representarán los intereses históricos del proletariado y el pueblo.


Diciembre 05, 2005

Lucha Marxista
Por el camino de Lenin y Trotsky

noviembre 07, 2005

Un malabarismo estaliniano

Circula un artículo de Dante Castro acerca de las recientes inclinaciones de algunos intelectuales cubanos hacia la figura de Trotsky. Con este motivo, el redactor rasga desesperadamente sus vestiduras por el “retorno al marxismo leninismo” en Cuba.

Lo primero que sorprende es la súbita y conmovedora manera de reconocer que el régimen castrista habría abandonado el “marxismo-leninismo” tiempo atrás. Para un periodista apéndice de tal régimen, esto debe suponer un verdadero camino del Gólgota, un infausto purgatorio. Y aunque por supuesto no analiza en absoluto el proceso degenerativo que admite, no le cambian los colores del rostro cuando al mismo tiempo prodiga alabanzas a los “lineamientos del partido”.

Son plausibles estos esfuerzos por conciliar su autoexorcismo político con la rancia retórica estalinista, pero son harto insuficientes. El “zahorí lector” invocado, toma buena nota del embozo. Aunque Ud. no lo crea, ante sus ojos se materializa un supuesto adversario del burocratismo castrista en nombre del marxismo-leninismo: ¡un Dante Castro filotrotskista! ¿Alguna buena broma?

El caso es que se despacha aquí y allá contra el “burocratismo”, la “casta privilegiada” y hasta contra la actual reintroducción del capitalismo en la isla. Enfila contra tales perversidades cual ignotos demonios y molinos de viento. En la cruzada de su endeble discurso, es el campeón de un pretendido antiburocratismo estaliniano.

Pero, vamos maestro, un poco de escrúpulos. ¿Cuándo, cómo y quién instauró el burocratismo en Cuba? ¿Cómo así su inmaculada dirección “revolucionaria” despertó procapitalista un buen día? ¿En qué instante de los interminables panegíricos castristas (y dantecastristas) se transformó el príncipe en batracio? Oh, esas no son tribulaciones que distraigan a nuestro artificiero. Para encararlas habría de abordar al menos las obras de Trotsky sobre la URSS, y enfrentar la verdad podría resultarle muy desagradable.

Lo cierto es que la verdad histórica, ya sea en el mundo de la primera mitad del XX, ya sea en la Cuba de hoy, no tolera ardides. En la URSS, en Europa del Este, en Asia y en Cuba, el engendro estatal estalinista cuya dictadura privó a las masas trabajadoras del poder, ha quedado y queda, otra vez, desenmascarado. Ninguna hipocresía cómplice, ninguna pose jruschoviana – muy a su pesar – puede maquillar, ni dentro ni fuera de Cuba, lo que el Gran Jefe Burócrata se encargó de blindar durante décadas desde la cúspide de la casta privilegiada del PC caribeño.

La pócima del regreso a la demagogia “marxista-leninista” para ocultar la realidad, no puede ser más irrisoria. La burocracia restaura entusiastamente el capitalismo, para bonanza propia y de fracciones imperialistas europeas y norteamericanas, con las que se entiende y negocia. Su proceso de conversión en nueva burguesía lleva velas y buen viento en la ruta de sus pares rusos, chinos y europeos. Un proceso que sólo podría ser abortado por una revolución política proletaria demoledora del régimen castrista, pero jamás por los golpes de pecho de cualquiera de sus acólitos.

Frente a esto el asunto de Guevara es tangencial.

Que éste representaba un ala izquierda del reformismo estalinista, no debería ser un secreto para nadie. Así lo revelan su progresivo disenso de la política oficial soviética y su opción por el antiimperialismo militarista. Todo ello - vaya novedad – contrastaba con la postura de Castro, a la sazón fiel alabardero de la jerarquía del PCUS en entrañable y fotográfico abrazo con Jruschov.

Nada de lo cuál, por supuesto, hace de Guevara un trotskista. Intentan transformarlo en ello justamente aquellas tendencias seudotrotskistas que desde hace cincuenta años abandonan la práctica de la revolución socialista y a las cuales se acopla ahora el imposible castrismo trotskoide de Celia Hart; tendencias por cuyas trayectorias obviamente nadie puede responsabilizar a Trotsky ni a la IV Internacional bajo su dirección. ¿Guevara antiburocrático? En tal caso, lo menos que se puede decir es que pretendía concebir la rueda de madera cuarenta años después de que Trotsky inventase el automóvil.

Desde luego el pueblo es sabio, Dante Castro, aunque no siempre… Pero lo suficiente para haber combatido a las castas “marxistas-leninistas” que luego se convirtieron en clase explotadora. De esto se trata la crisis del estado burocrático cubano también. Con que, no más malabarismo exculpatorio y menú fantasmal de la resurrección democrática estalinista. Si la frase “marxismo-leninismo” puede tener algún significado no envenenado de millares de traiciones y de gulags, ese sólo puede ser la teoría y la práctica de la Revolución Permanente.

Mil veces preferible como narrador de ficción, las ficciones políticas del bohemio ilustrado sí que son intolerables. “¡A otro perro con ese hueso!” escuchó uno, y a su vez acotó: “¡Más aún si viene de Patria Roja!”…..


Sergio Bravo M.

Oct. 19. 2005

septiembre 22, 2005

Volante contra el TLC

NI ÉSTE TLC NI NINGÚN OTRO….
¡¡ IMPEDIR EL TLC
CON UNA
HUELGA GENERAL INDEFINIDA !!

POR

PLENO EMPLEO BIEN REMUNERADO

SALUD Y EDUCACIÓN PÚBLICAS,
GRATUITAS Y DE CALIDAD

FIN DE LAS PRIVATIZACIONES

DESCONOCIMIENTO DE LA DEUDA EXTERNA

RE-NACIONALIZACIÓN SIN PAGO DE LAS EMPRESAS PRIVATIZADAS Y EXPROPIACIÓN DE LAS TRANSNACIONALES BAJO CONTROL DE LOS TRABAJADORES

TIERRA Y FINANCIAMIENTO PARA EL CAMPESINADO
DEFENSA DE LOS CULTIVOS DE HOJA DE COCA

COMBUSTIBLE Y SERVICIOS PÚBLICOS
A PRECIOS POPULARES

ROMPER CON EL FMI, EL BANCO MUNDIAL, EL BID
Y LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE COMERCIO

El amo imperialista ha determinado imponer una nueva fase en la esclavitud económica de los pueblos de América Latina con el nombre de Tratados de Libre Comercio, por medio de sus gobiernos agentes en la región, como el de Toledo – Kuczynski.

Durante más de cuatro años, este gobierno lacayo de las burguesías norteamericanas, europeas, japonesa, israelí, etc., ha sido reiteradamente puesto contra las cuerdas por la lucha de masas, mientras es sostenido hasta el día de hoy por una alianza antipopular expresada en el “Acuerdo Nacional”: los capitalistas de la Confiep, todos los partidos burgueses del Congreso (Unidad Nacional, APRA, Acción Popular, UPP, Somos Perú……) y la burocracia oportunista de la CGTP encabezada por Gorriti y Huamán (PC – Frente Amplio).

Debido a esta política traidora de los dirigentes de los trabajadores, decenas de paros regionales, centenares de movilizaciones y un Paro Nacional no han impedido que el imperialismo y la clase dominante profundicen sus ataques, cuya nueva escalada es un TLC que destruirá más empleo, desplomará más los salarios, elitizará más la salud, desahuciará al campesinado y traerá todo tipo de calamidades económicas, políticas y culturales a nuestro pueblo.

En estas circunstancias, se trata de una escandalosa ingenuidad o un miserable engaño, pretender que se puede derrotar al TLC y al gobierno títere del imperialismo sin lanzar una ofensiva de masas con una Huelga General Indefinida. Un combate que tenga el alto objetivo de forjar el poder de los trabajadores y acabar con el poder de la burguesía, con su Gobierno, su Congreso y su Poder Judicial, ultrajantes y podridos. Ese es el camino y son los métodos de las masas trabajadoras, y no la manipulación, la componenda y la capitulación de las cúpulas reformistas electoreras.

¡Construir un partido obrero revolucionario para conquistar
un Gobierno Obrero, Campesino y Popular!

22.09.05
Lucha MarxistaCOLECTIVO REVOLUCIÓN PERMANENTE

junio 13, 2005

Por la Revolución Socialista en Bolivia


Por la Revolución Socialista en Bolivia:

¡Todo el poder a la Asamblea Popular Nacional Originaria!

¡Por un Gobierno Obrero y Campesino de la Dirección de la Asamblea Popular!


El 8 de junio de 2005, nuevamente toda la experiencia de lucha y organización de la clase obrera mundial, de sus victorias y derrotas, de sus esfuerzos por constituirse en clase consciente destinada a acabar con el modo de producción capitalista, ha cristalizado en el nacimiento en Bolivia del primer organismo de poder soviético del siglo XXI.

La revolución proletaria boliviana vive una fase nueva de desarrollo al calor de huelga general por la nacionalización de los hidrocarburos, que tiene paralizada y bloqueada a la mayor parte el país desde que fue iniciada por la Confederación Obrera Regional – El Alto y la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) el 16 de mayo.

Con el presidente dimitido, el edificio del Parlamento bloqueado por centenares de miles de obreros y campesinos pobres, las masas controlan muchos de los pozos petroleros y gasíferos, los gaseoductos, las comunicaciones terrestres. Nada ha conseguido detenerlas en su avance creciente. Cada movimiento de la burguesía: aprobación de una ley bastarda de Hidrocarburos que mantenía el poder de las transnacionales petroleras; la convocatoria de Asamblea Constituyente junto a un referéndum de autonomía para la oligarquía petrolera y terrateniente de Santa Cruz; la propia dimisión del Presidente Carlos Mesa; simplemente las han enardecido.

Las masas bolivianas han asimilado la experiencia de las inmensas movilizaciones de octubre de 2003, que derribaron a Sánchez de Lozada pero dejaron en su lugar al vicepresidente Carlos Mesa con un gobierno gemelo del anterior. Hoy, los obreros, los mineros, los maestros, los estudiantes, los millones de campesinos pauperizados ya se niegan a que esto vuelva a ocurrir para que la clase dominante recomponga su gobierno y su debilitado poder. Y para no permitir una nueva estafa, están abandonando al MAS de Evo Morales, el partido de la pequeña burguesía del campo, adoptado por las clases medias urbanas, que ha sido el principal soporte del gobierno de Mesa y se ha opuesto a la nacionalización de los hidrocarburos. Ya no pueden poner sus esperanzas de cambio en ninguna Asamblea Constituyente que le dé nueva forma al Estado burgués. Ya no permiten que los dirigentes de la COB, los Solares y compañía pacten, negocien, malbaraten su enorme esfuerzo revolucionario entregándolos atados de pies y manos a la burguesía descompuesta lacaya del imperialismo yanqui, tal y como lo han hecho una y otra vez desde octubre de 2003. Hoy las masas quieren el poder. Y saben que no hay tiempo que perder.

En las asambleas de El Alto, la combativa ciudad nacida junto a La Paz, en los barrios pobres de la capital, en las minas de Oruro y Potosí, en los campos del Altiplano, en el trópico cochabambino, en los pozos de petróleo y en los latifundios de Santa Cruz, el movimiento enlazaba con la propia historia revolucionaria y exigía la formación de una Asamblea Popular que unificara las organizaciones en lucha: la COB, la Fejuve, los sindicatos campesinos, las organizaciones originarias campesinas.

El día 6 de Junio, en la Plaza San Francisco de La Paz, un “Cabildo Abierto” de centenares de miles de personas que desbordaban esa plaza y todas las colindantes, obligó a los dirigentes de la COB y la FEJUVE a anunciar la formación inmediata de la Asamblea Popular, que ya no era posible postergar más. El miércoles 08, mientras la burguesía no sabía cómo salir del atolladero y no podía ni siquiera convocar su Parlamento para sustituir al Presidente dimitido, se conformó en El Alto la Asamblea Popular Nacional Originaria, que en su primera reunión ha resuelto:

“1. Constituir a la CIUDAD DE EL ALTO como el CUARTEL GENERAL DE LA REVOLUCION BOLIVIANA EN EL SIGLO XXI.

2. Constituir una Dirección Única de la Asamblea Popular Nacional Originaria como INSTRUMENTO DE PODER a la cabeza de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (FEJUVE), la Central Obrera Regional de El Alto (C.O.R.), la Central Obrera Boliviana (C.O.B.), la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación Sindical de Trabajadores Gremiales Artesanos, Comerciantes Minoristas y Vivanderos de Bolivia, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, la Federación del Transporte Interprovincial de La Paz y otras organizaciones sociales movilizadas en el interior del país.

3. Conformar Comités de AUTOABASTECIMIENTO, AUTODEFENSA, PRENSA y POLÍTICA, con la finalidad de garantizar el éxito de las organizaciones populares.

4. Ratificamos nuestra lucha inclaudicable en torno a la NACIONALIZACION e INDUSTRIALIZACION DE LOS HIDROCARBUROS.

5. Instruir la conformación de Asambleas Populares departamentales bajo la dirección de la COB, CODes y delegados de bases elegidos en asambleas y cabildos.

6. Rechazar todas las maniobras de la clase dominante a través de sucesión constitucional o elecciones entre los mismos politiqueros.”


Con esta situación de doble poder, se trata de un salto cualitativo central en la organización de la clase obrera y el pueblo. Por un lado, se está llamando a la formación de una tupida red de organismos de frente único, de democracia proletaria, candidatos a dirigir el país (soviets), que debe incorporar a las más profundas masas a la dirección, control y centralización del movimiento, condición necesaria para establecer el poder de los trabajadores de la ciudad y el campo que se enfrente y reemplace al poder burgués, así como para derrotar la acción de agentes políticos de la burguesía, burócratas o elementos atemorizados ante la perspectiva del asalto final. Y, por el otro lado, el nacimiento de la Asamblea Popular Nacional Originaria, su propia existencia, eleva a la clase obrera a la cabeza de las masas oprimidas, a la candidatura efectiva al poder político.

Porque esta es la única perspectiva posible que permite hoy seguir adelante a las masas bolivianas: la toma del poder. No hay lugar para medias tintas ni componendas. Del Estado burgués quedan en pie sobre todo la Policía y las Fuerzas Armadas. Y, a medida que se desarrolla la revolución, el Ejército – formado por conscriptos campesinos - será menos fiable y más quebrantable. La burguesía boliviana puede estar dividida y confusa en estos días, pero tiene a sus amos imperialistas, especialmente a los Estados Unidos, pensando por ella y defendiendo no sólo la rapiña de las petroleras, sino la estabilidad del orden burgués en toda la región latinoamericana. Por eso los combates que se avecinan requieren de la máxima capacidad de organización política y militar de las masas:

* Hacer de la Asamblea Popular Nacional Originaria el organismo de poder que centralice a todas las asambleas de cualquier parte del país, mediante delegados elegidos y revocables en esas asambleas. Que la Asamblea Popular ponga bajo su control toda la circulación de mercancías y el transporte a nivel nacional. Que convoque a los soldados a romper con la autoridad de sus oficiales, formar sus comités y unirse a sus hermanos de clase enviando delegados a las asambleas.

* Organizar y centralizar con urgencia los comités de autodefensa de todas las asambleas, para crear las Milicias Obreras y Campesinas que preparen una Insurrección para derrotar a la Policía y a las FFAA de la burguesía. Ese es el único camino con que los trabajadores cuentan para establecer su propio Estado.

El enfrentamiento decisivo no va a poder ser evitado. El proletariado ha de prepararse para él. Y esa preparación, que exige su propio armamento y el desarme del enemigo, ha de incorporar necesariamente la extensión de la revolución a todo el continente. La Bolivia revolucionaria sólo podrá enfrentar con éxito a la contrarrevolución contando con la solidaridad activa de todos los trabajadores del mundo y dentro de una Latinoamérica revolucionaria. Es una necesidad urgente y vital que la vanguardia obrera asuma la constitución de un Partido revolucionario de los trabajadores capaz de dirigir la toma del poder, la extensión de la revolución a toda Latinoamérica y la lucha por la creación de una Internacional obrera revolucionaria. En particular, esta vanguardia debe ligarse a los otros proletariados de América, incluida Cuba, donde las conquistas de la revolución están puestas en peligro por la burocracia castrista, y a los Estados Unidos, de donde pueden provenir los golpes de la contrarrevolución imperialista pero en donde millones de obreros y empleados latinos pueden ayudar a la articulación internacionalista de todo el continente. Ese partido debe rechazar el “frente popular” o el “frente único antiimperialista” que son el camino de la derrota, debe hacer suyo el balance de la experiencia de las anteriores oleadas revolucionarias en Bolivia y en todo el planeta, especialmente la experiencia de 1952 de subordinación de la revolución obrera a un demagogo bonapartista y al nacionalismo burgués (MNR), y la experiencia de la Asamblea Popular de 1970-71 que demostró que intentar eludir la toma del poder confiando en elementos de la burguesía como oficiales del Ejército y semejantes, sólo conduce al aplastamiento militar del movimiento revolucionario.


¡Por la Asamblea Popular Nacional Originaria, el soviet de obreros, campesinos, soldados, trabajadores de la ciudad y el campo!

¡Por la constitución de Milicias Obreras y Campesinas. Por el desarme y disolución de la Policía y las Fuerzas Armadas del enemigo!

¡Nacionalización de los hidrocarburos sin pago y bajo control obrero!

¡Nacionalización sin indemnización de la minería, de la banca, de la producción y distribución de la electricidad, del agua, de las grandes industrias, de los latifundios…!

¡Por la creación de comités internacionalistas de defensa de la revolución boliviana!

¡Por un Gobierno Obrero y Campesino de la Dirección de la Asamblea Popular Nacional Originaria!

¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina!

¡Viva la Revolución Boliviana! ¡Viva la Revolución Latinoamericana! ¡Viva la Revolución Mundial!


10 de junio de 2005

En París, Cusco y Valencia,

COLECTIVO REVOLUCIÓN PERMANENTEGroupe bolchevik (Francia), Lucha Marxista (Perú), Grupo Germinal (Estado Español)

mayo 03, 2005

En Ecuador, Bolivia y Peru - 1 de mayo

EN ECUADOR, BOLIVIA Y PERÚ:
HAY QUE ACABAR CON EL ESTADO DE LA BURGUESÍA
LACAYA DEL IMPERIALISMO


¡A CONSTRUIR LOS ORGANISMOS DE PODER PROLETARIO PARA INSTAURAR GOBIERNOS OBREROS Y CAMPESINOS!

¡A CONSTRUIR EL PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO!

Tras las caídas presidenciales de los últimos años, la de Lucio Gutiérrez expresa una vez más la crisis del Estado de la burguesía ecuatoriana y el ascenso de las masas trabajadoras. Aunque sin dirección ni mayor claridad política, el pueblo se lanza contra los poderes del estado capitalista y contra el régimen de los partidos que han dominado el país durante décadas. Mientras arrecia el enfrentamiento entre fracciones burguesas por el botín del Estado, las masas vuelven a poner en jaque a toda la élite opresora y la vanguardia de la insurgencia exige: ¡Que se vayan todos!

El imperialismo norteamericano y sus gobiernos lacayos de la OEA mueven sus fichas. Tienen que defender los intereses de las multinacionales e imponer el Tratado de Libre Comercio no sólo a Ecuador, sino también a Colombia y Perú. Tienen que proteger la Base Militar USA de Manta, asegurar el apoyo del gobierno ecuatoriano a la impunidad de las tropas imperialistas en cualquier parte del mundo y consolidar su implicación en el Plan Colombia. Para garantizarle estos éxitos al imperialismo, el nuevo gobierno secuaz, un débil coordinador de los intereses de todos los sectores burgueses, tiene que derrotar primero al pueblo movilizado.

En Bolivia, el movimiento obrero y popular se apresta a un nuevo embate contra el imperialismo, contra los dueños del país y contra el gobierno de Carlos Meza, marioneta de los EEUU que ha jugado y juega exactamente el papel de Alfredo Palacio en el Ecuador. Nuevas movilizaciones, paros, bloqueos, tomas de plantas petrolíferas y refinerías a partir del 2 de mayo, han sido convocados por la Fejuve y la COR de El Alto, bajo la exigencia de los trabajadores por arrancar los hidrocarburos de las garras de las transnacionales.

En el Perú, las protestas masivas en regiones y ciudades no han cesado a lo largo de un año, manteniendo arrinconados no sólo al gobierno de Toledo, sino a todos los despreciados partidos de la clase dominante que lo apuntalan frente al repudio de las masas. Como en Bolivia y Ecuador, un Parlamento y un Poder Judicial reaccionarios y corruptos son, junto al Ejecutivo, blancos de las iras populares. La burguesía continúa muy preocupada por el curso que puedan tomar las cosas en los quince meses que le quedan al gobierno actual.

Por el poder de los trabajadores y no por el de la burguesía

Los acontecimientos de Ecuador ya no son novedosos en los Andes. Buccaram, Mahuad, Fujimori, Sánchez de Lozada, se desmoronaron también por acción de las masas trabajadoras. Fugaron y fueron protegidos por Panamá, Japón y Estados Unidos, como Gutiérrez por Lula, para ser reemplazados por otros no menos proimperialistas y represores. Esta sucesión de golpes a los presidencialismos sudamericanos refleja por un lado la debilidad de los estados burgueses de la zona, pero por otro brindan una clara lección al movimiento de los trabajadores a cerca de la vía para alcanzar sus objetivos.

No habrá cambio histórico en las condiciones de vida de nuestros pueblos mientras los políticos y funcionarios burgueses sigan alternándose en los Gobiernos, los Parlamentos, los Tribunales y la Burocracia de su Estado. Sólo derribando el poder de la burguesía y todas sus instituciones estatales, construyendo el poder del proletariado y un Estado de los Trabajadores, es posible el inmenso cambio por el que la clase obrera y los pueblos de América Latina combaten. La vía de la victoria sobre los explotadores y carniceros es la vía de la revolución socialista y no la sustitución de unos monigotes burgueses por otros.

Por el partido revolucionario y los organismos soviéticos

Para construir ese poder proletario, esa verdadera democracia de masas, es preciso forjar sus organismos. En algunos sectores de la vanguardia ecuatoriana ya surgió la voz de multiplicar las asambleas populares y centralizarlas en una Asamblea Popular de rango nacional. Esta es una necesidad que surge siempre en los procesos revolucionarios latinoamericanos, a partir de la reaparición de las asambleas populares en cada nueva circunstancia histórica. Con el mismo u otros nombres, las recientes experiencias de Argentina, Perú y Bolivia están ahí muy frescas, para extraer sus lecciones. Si desde la crisis revolucionaria de Octubre de 2003, el proletariado y el campesinado bolivianos no se han adueñado todavía del poder, es justamente porque no han llegado a levantar los organismos que sean capaces de derrocar a la burguesía, entre ellos un partido revolucionario que, agrupando a lo más avanzado de la vanguardia, le dé una dirección a la alianza obrero – campesina y la conduzca a la victoria.

No es un asunto fortuito que las direcciones del movimiento obrero y popular boliviano se hayan negado hasta el momento a construir los organismos de poder de las masas. La burocracia sindical y de las organizaciones populares, adherente de programas y organizaciones reformistas, siempre se juega por la conciliación con la burguesía y el parlamentarismo. La dirigencia de la COB, Evo Morales y el MAS, Felipe Quispe y el MIP, prefieren cien veces colaborar con la burguesía, sostener a sus gobiernos y mantener su Estado, antes que marchar con los trabajadores hacia la toma del poder. Es exactamente el mismo caso de la cúpula de la CGTP y los reformistas peruanos (hoy Frente Amplio), y de la CTE, la CONAIE o el MDP ecuatorianos. Sus privilegios políticos y económicos con respecto al pueblo trabajador, su compromiso con el sistema y sus instituciones, les asigna un lugar en políticas y gobiernos como los de Lula, Lagos, Kirchner, ahora Vásquez, ayer Gutiérrez; agentes políticos del imperialismo en sus países. Estas burocracias oportunistas y pro-capitalistas defienden los proyectos nacionalistas burgueses como el de Chávez y adoran el padrinazgo de Fidel Castro a todos aquellos gobiernos reaccionarios. Bajo esas direcciones traidoras los trabajadores de la ciudad y del campo jamás podrán deshacerse de la clase dominante y del capitalismo. Tras ellas sólo podemos esperar nuevas derrotas una y otra vez.

Por la revolución socialista y no por la reforma del Estado
Por el contrario, los revolucionarios llamamos a los trabajadores a combatir al enemigo de clase hasta acabar con él y con su sistema. Llamamos a luchar levantando un programa revolucionario, por conquistar gobiernos obreros y campesinos que:

* Desconozcan la deuda externa expoliadora
* Rompan con el imperialismo, el FMI, el Banco Mundial, el BID y la OMC
* Re-nacionalicen sin pago todas las empresas privatizadas, bajo control de los trabajadores
* Expropien a las transnacionales y a las burguesías lacayas del imperialismo
* Acaben con todas las fuerzas represivas, masacradoras del pueblo

Una Asamblea Popular como órgano de poder de la clase obrera y de todos los explotados, con sus columnas de Autodefensa evolucionando hacia las Milicias obreras y populares que puedan neutralizar y derrotar a las Fuerzas Armadas del enemigo: ese es hoy el camino para la revolución socialista en Bolivia, en Ecuador y Perú. En estas circunstancias las Asambleas Constituyentes (incluso si se les denomina “revolucionarias”) no son más que trampas mortales. Toda presión legalista y maquillaje al Estado capitalista jamás resultará en algo distinto que nuevas frustraciones y derrotas. Es imperativo y urgente reunir una Asamblea Popular Nacional que centralice las asambleas de base, con delegados elegidos y revocables en ellas, deshaciéndonos así de la costra burocrática traidora. Un órgano que se convierta en el máximo nivel de decisión de los explotados, con capacidad para enfrentarse de igual a igual al poder burgués y sustituirlo.

Los gobiernos obreros y campesinos de los Andes habrán de federarse, llamar a la solidaridad de los trabajadores de Norteamérica y de Europa, y extender la revolución socialista a todo el continente. No hay otro camino hacia la desaparición de la dictadura de la burguesía.

¡Viva la lucha de los trabajadores de todos los países!
¡Construir un partido obrero revolucionario y
una Internacional obrera revolucionaria!
¡Gobiernos Obreros y Campesinos en Ecuador, Bolivia y Perú!
¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina!

1 de Mayo de 2005

LUCHA MARXISTA
Por el camino de Lenin y Trotsky
Nuestra tarea: derribar el Capitalismo
Nuestro objetivo: el Socialismo
Nuestra estrategia: la Revolución Proletaria Mundial

1 de mayo 2005

¡Liberación inmediata de Irak y Palestina!
¡Inmediata retirada de todas las tropas imperialistas
de Irak y Afganistán!
¡Basta de terrorismo del Estado colonial sionista!

Las organizaciones obreras y campesinas de todos los países deben combatir por la derrota del imperialismo en Irak y para romper la complicidad de la ONU y de todas las clases dominantes del mundo contra el pueblo palestino.

Con el pretexto de la “lucha contra el terrorismo” y a favor de la “democracia”, el imperialismo estadounidense ha decidido reconfigurar Oriente Próximo en detrimento de sus competidores y, sobretodo, de los pueblos de la región. Ejerciendo el terrorismo, la coalición de todas las potencias imperialistas, entre ellas Francia y Alemania, invadían Afganistán en el 2001, que después fue ocupado por tropas extranjeras. El ejército estadounidense, apoyado por el ejército británico, invadió Irak en el 2003. Las tropas extranjeras ocupan aún Irak y no dudan en bombardear ciudades enteras, como Faluya a fines del 2004. Como prueba de democracia, el ejército y los servicios secretos encarcelan, torturan y ejecutan a los resistentes.

La administración Bush se ha puesto a amenazar a Siria y a Irán. Siria ha evacuado el Líbano, un estado artificial trazado por el imperialismo francés. Bush, con el apoyo de la ONU, ha acentuado su apoyo diplomático, militar y económico a Israel, un estado fundado en 1948 sobre la base del terror contra las masas árabes de Palestina.

El gobierno israelí, dirigido por Sharon, ha aprovechado la ocasión para aplastar, una vez más, al pueblo palestino. Desde hace más de cuatro años, dentro de las fronteras de Israel, en los territorios de la Autoridad Palestina, en los campos de refugiados del Líbano, los árabes palestinos han sufrido una renovación de las humillaciones y las persecuciones, del acaparamiento del agua y de las prohibiciones de los desplazamientos, de decenas de incursiones militares en las ciudades y los campos, la destrucción de múltiples casas, infraestructuras y cultivos, la construcción de un muro de segregación y la extensión de las colonias de los reaccionarios judíos.

El movimiento de las masas árabes palestinas del 2000 ha sufrido un reflujo. Ha cedido el sitio a los atentados contra las tropas sionistas, perfectamente legítimos aunque de alcance limitado; a los atentados suicidas contra los trabajadores judíos, que testimonian el carácter reaccionario de sus inspiradores, esencialmente de los burgueses islamistas que se niegan a armar a todo el proletariado (Hamas), imitados por las corrientes nacionalistas tradicionales laicas (Fatah, a veces FPLP).

En todos los lugares, y particularmente en el poder como en Irán, las corrientes islamistas han demostrado que protegen la propiedad privada, aplastan al movimiento obrero, oprimen a las mujeres y jóvenes y capitulan, finalmente, ante el imperialismo. El terrorismo de Hamas contra los trabajadores judíos sacrifica a los jóvenes combatientes árabes e impide la unión entre el proletariado judío y el proletariado árabe, la única fuerza capaz de suprimir la opresión nacional de los palestinos por el Estado colonial sionista.

El estado israelí, y todas las potencias imperialistas, han aumentado su presión sobre la burguesía palestina y su expresión política tradicional, la OLP, para que la Autoridad Palestina aplique los acuerdos de Oslo de 1994 y la “hoja de ruta” de la ONU, del 2003. Exigen que ella desarme a la resistencia y controle a la población de los guetos de Cisjordania y de la banda de Gaza. En enero de 2005, Abbas fue elegido para ello, con el apoyo de los Estados Unidos, Francia y todos los otros bandidos imperialistas. También recibió el apoyo de las burguesías árabes vecinas que, todas ellas, han reprimido, en un momento u otro, a la resistencia palestina. Mahmoud Abbas aceptó, nada más ser elegido, entrevistarse con el verdugo Sharon y su amo Bush.

Los trabajadores y la juventud de Palestina necesitan una dirección diferente a la del Partido Laborista que participa en el gobierno de Sharon, a la de la OLP corrompida y capituladora, a la de Hamas reaccionaria e impotente: necesitan un partido obrero revolucionario e internacionalista. El proletariado judío está condenado a la inseguridad, y a sufrir los golpes de su propia burguesía, si no rompe con ella para reconocer los derechos nacionales de los árabes. La juventud, los obreros y los campesinos árabes están condenados a la bota israelí, o al exilio, si no se alían al proletariado de toda la región contra los estados burgueses judío, árabes, turco y persa.

¡Abajo el terror sionista! ¡Destrucción del muro del apartheid!
¡Liberación de todos los resistentes encarcelados!
¡Derecho de retorno para todos los refugiados! ¡Destrucción del Estado colonial de Israel y de los guetos de la Autoridad Palestina!
¡Por una Palestina laica y democrática, obra de todos los que quieren vivir en ella,
sea cual sea su etnia, lengua y creencias!
¡Gobierno obrero y campesino en Palestina! ¡Revolución socialista en Medio Oriente! ¡Federación Socialista del Oriente Próximo!


1º de mayo de 2005


COLECTIVO REVOLUCION PERMANENTE
Groupe bolchevik (Francia), Grupo Germinal (Estado Español), Lucha Marxista (Perú)

Poder Obrero (Bolivia)


abril 28, 2005

Volante Paro Regional Cusco 15/03/05

PARA ACABAR CON LA EXPLOTACIÓN Y LA MISERIA:
¡FORJEMOS EL PODER DE LOS TRABAJADORES!

Compañeros y compañeras:
La conquista de nuestras reivindicaciones sólo es posible si tiramos abajo al Gobierno, al Acuerdo Nacional antipopular que lo sostiene, al Congreso y al Poder Judicial. El denominado “Acuerdo Nacional” es el pacto reaccionario de la Confiep capitalista, de los partidos burgueses del Congreso y de la burocracia del CGTP - con la intervención de la Iglesia Católica - a fin de seguir manteniendo este gobierno en contra de la voluntad del pueblo.

Ahora que vuelve la fanfarria electoral, los trabajadores debemos estar más concientes que nunca para no permitir una nueva estafa. Sólo con una lucha decidida y un programa correcto podremos derrotar a la clase enemiga. De lo contrario tendremos más desocupación y pobreza, más pago de la fraudulenta deuda externa, más privatizaciones y concesiones, más sometimiento a las transnacionales, más Constitución fujimorista y un Tratado de Libre Comercio que profundizará nuestra esclavitud del imperialismo.

Tenemos ante nosotros luchas de la máxima importancia para:
  • Desconocer la saqueadora Deuda Externa.
  • Expropiar Barrik, Antamina, Yanacocha, Telefónica y todas las transnacionales.
  • Romper con el FMI, el Banco Mundial y el BID.
  • Impedir toda privatización y concesión de puertos, aeropuertos, yacimientos, etc.
  • Re-nacionalizar sin pago todas las empresas privatizadas, bajo control de los trabajadores.

    Y para organizarnos eficazmente y entrar al combate con reales posibilidades de victoria, es imprescindible:
  • Desburocratizar la CGTP y la FDTC, haciendo de las asambleas de base la verdadera fuente de la conducción de las luchas y derrotando así la manipulación de conocidos dirigentes oportunistas. Unir al proletariado en una sola Central Clasista de Masas.
  • Impulsar Asambleas Populares en provincias y regiones, garantizando nuestra seguridad con Columnas de Autodefensa. Impulsar Tribunales Populares para empezar a hacer justicia frente a la explotación y la represión de la clase dominante. Convocar a una Asamblea Popular Nacional que reúna a todas las organizaciones de los oprimidos, y convertirla en un órgano de poder enfrentado al poder burgués.
  • Exigir a la dirección de la CGTP que convoque a una inmediata Huelga General Indefinida, para acabar con el poder del Gobierno, del Congreso y del Poder Judicial, y lograr establecer un Gobierno Obrero, Campesino y Popular que represente a todos los explotados.
  • Construir un nuevo partido proletario, un partido obrero revolucionario, que sea capaz de dirigir a los trabajadores a la conquista del poder y que luche por la forja de una Internacional obrera revolucionaria.
  • Enfrentar a todos los imperialismos y a sus burguesías títeres, luchando por una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina.
¡Fuera el gobierno toledista y fuera su gobierno regional vasallo!
¡Asamblea Popular Nacional, obrera, campesina, estudiantil y de todos los oprimidos,
y no una Constituyente para salvar al régimen enemigo!
¡Huelga General Indefinida, ahora!
¡Construir un partido revolucionario de las masas trabajadoras!
¡Gobierno Obrero, Campesino y Popular!


Cusco, Marzo 15 / 2005

LUCHA MARXISTAPor el camino de Lenin y Trotsky